Juan Everardo Chuc Xum
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El 16 de noviembre de cada año, desde 1996, en resolución 51/95, las Naciones Unidas lo declaró como Día Internacional para la Tolerancia, con el objetivo de fomentar la comprensión mutua entre las culturas y los pueblos en vez de enfrentamientos y extremismos que desafortunadamente cada día van en aumento dentro de las sociedades del mundo y del cual Guatemala no escapa.
La intolerancia entre la humanidad se caracteriza por menospreciar el valor y la singularidad de la vida humana y con ello el deterioro de la especie más “inteligente” del cosmos.
Debemos tomar conciencia todas y todos los guatemaltecos para superar el círculo vicioso de ser intolerantes y violentos.
En Guatemala debemos procurar ser más tolerantes y respetuosos con los pueblos, los recursos naturales, los territorios, los vecinos, las hijas e hijos, los colegas de trabajo y con el otro, que es mi yo, etc. Al ser más tolerantes estaríamos abonando al goce de la plenitud de vida de los guatemaltecos en general.
Basta ya del ego, la ambición, el desorden, el mal liderazgo, el racismo, la discriminación, la injusticia, entre otros, para no seguir destruyendo lo más preciado de la creación / formación del ser humano. Hay que apostar por más educación de la buena para que nos ayude a salir de la ignorancia, para ser tolerantes y respetar los derechos del otro u otros.
Debemos tomar conciencia todas y todos los guatemaltecos para superar el círculo vicioso de ser intolerantes y violentos; se debe aplicar e impulsar más instrumentos legales para garantizar justicia y acceso al desarrollo integral de los connacionales tomando en cuenta la pluriculturalidad e interculturalidad del país.
Guatemala tiene futuro próspero y singular si tomamos conciencia y accionamos en la urgente necesidad de dignificar la vida humana de los guatemaltecos menos favorecidos o que aún viven en marginación y en discriminación. En el libro sagrado de los mayas k’iche’s el Pop o Popol Wuj encontramos el relato de la derrota de Xibalba, que nos debe inspirar en que todo es posible en superar o vencer; el mundo de Xib’alb’a que solamente daño causaba porque su intolerancia era tan grande, pero que Junajpu e Xb’alqueke los vencieron para darle paso a la salida del sol.