Patricio Ramírez Azócar
Director Centro de Apoyo al Desempeño Académico – Concepción
Un artículo reciente en el periódico The Wall Street Journal acerca de cómo Facebook estaba al tanto de que Instagram resultanociva para la salud mental de las adolescentes, muestra por ejemplo cómo más de un 30 por ciento de las jóvenes señala que cuando se sienten mal acerca de su cuerpo, entrar a Instagram las hace sentir aún más mal. Si se considera cerca del 40 por ciento de los usuarios de Instagram tienen 22 años o menos y que solo en Estados Unidos, más de 20 millones de adolescentes se conectan a diario a esa red social, es claro que debemos prestarle atención a nivel global a cómo este tipo de aplicaciones pudieran tener un efecto negativo en la salud mental de las personas que las usan.
Ahora bien, datos recogidos en 2015 y publicados en 2020 respecto al efecto negativo que podían tener en adolescentes estadounidenses el acceso a teléfonos móviles y cuentas en RR. SS., no eran concluyentes, razón por la cual es relevante seguir esa línea de investigación en diferentes culturas sobre todo considerando lo dinámicas que son las RR. SS. y todo lo que llevan aparejadas.
Pero otra dimensión de la relación entre RR. SS. y salud mental que ha despertado interés en el mundo científico.
Pero otra dimensión de la relación entre RR. SS. y salud mental que ha despertado interés en el mundo científico, es si la información y publicaciones que hacen las personas en Facebook, Instagram o Twitter pueden emplearse de forma válida como indicadoras de depresión; es decir, si la cantidad de amigos o el tipo y número de las palabras que usan en lo que se escribe en RR. SS., se relaciona con el estar experimentando depresión, un trastorno mental caracterizado por un permanente sentimiento de tristeza, dificultad para disfrutar de las cosas que siempre fueron placenteras para la persona, falta de interés y motivación, problemas de sueño, ideas de desesperanza y otra serie de síntomas y que, según datos de la OMS de 2018, experimentan unos 300 millones de personas de todo el mundo. Por las consecuencias personales y sociales que trae aparejada, la depresión es un problema de salud pública que justifica buscar vías confiables y masivas para ayudar a detectarla.
Continuará…