Guillermo Monsanto [email protected]
¿Cómo iniciar una colección de arte? Esta es una pregunta que me han hecho con frecuencia jóvenes cuya sensibilidad les hace inclinarse por estos derroteros culturales y, por ende, la necesidad de formar su propio patrimonio. Es un buen principio, sin embargo también es una responsabilidad, ya que no necesariamente todos entienden que lo bonito no es necesariamente lo bueno.
Lo primero que les pregunto, para saber en qué nivel andan, es ¿cuáles museos de Guatemala han visitado y qué les ha llamado la atención en ellos? Para mi desánimo, muchos, demasiados diría yo, me responden que no sabían que en Guatemala había este tipo de instituciones. Tomo otro camino. ¿Y Juannio, Funsilec, Junkabal, Rozas-Botrán o galerías? Pues, lo mismo, nunca han puesto un pie en ninguna sala de arte. Entonces llega la pregunta obligada. ¿Por qué están interesados en adquirir arte? y con inocencia concluyen invariablemente, “porque la fulanita se compró unos cuadros muy bonitos”. Con estos pobres no hay mucho que hacer porque, sin un proceso formativo del gusto, les dará lo mismo bueno que malo, falso o auténtico. Aún así se hace el esfuerzo por hacerles comprender las diferencias.
“El grupo que sí ha tenido alguna sensibilidad posee algunas herramientas, que le ayudan a tener criterios un poco más certeros”.
El grupo que sí ha tenido alguna sensibilidad posee algunas herramientas que le ayudan a tener criterios un poco más certeros. El abanico acá es mucho mayor y, por lo general, se dejan orientar buscando sus mejores opciones. Claro, no todos tienen las posibilidades económicas para hacerse con la obra de un gran maestro. Es allí donde los artistas emergentes se convierten en la mejor apuesta debido al diálogo que se puede crear entre el coleccionista neófito y el creador en ascenso. También es importante entender que una colección no se conforma en una semana o meses. Es una integración que lleva años y que, en la sumatoria, se trasforma en una inversión.
Se me ocurre pensar en las colecciones del doctor Manuel Morales y la de John Gody. Las dos conformadas en su mayoría por autores poco conocidos en su momento, y cuya dimensión en el presente las lista entre las pinacotecas más importantes del país. Las obras sobre papel son una buena manera de iniciarse en el coleccionismo. Dibujo o grabado, por ejemplo, son excelentes opciones que denotan la fibra de la que está formado el artista. Incluso los bocetos están impregnados del encanto de la idea original.
Vea, visite, pregunte, investigue y, luego, repita el proceso Y algo importante, mucho cuidado, no se vaya de boca. Hay mucha obra falsa circulando en el mercado en manos de marchantes
inescrupulosos.