Laura Barrera, epesista
ONU-USAC [email protected]
Muchas veces se ha dicho que en la niñez y la juventud está el futuro de la sociedad. Y, en efecto, un futuro sostenible empieza por garantizar los derechos humanos fundamentales de quienes continuarán con la construcción del desarrollo sostenible; es decir, las niñas, los niños, adolescentes y jóvenes. Por ello, un futuro sostenible debe empezar por reducir las brechas estructurales que actualmente viven muchas niñas, principalmente en el área rural, comenzando por facilitar el acceso a la alimentación, los servicios de salud y educación.
Cuando las niñas del área rural viven en un ambiente con escaso acceso a los servicios básicos, agua potable, saneamiento, educación, salud de calidad, alimentación, vivienda digna su futuro se ve comprometido. Si son víctimas de estereotipos discriminatorios les va a ser más difícil ampliar su horizonte de un futuro mejor. Es fundamental trabajar en las metas del Objetivos de Desarrollo Sostenible No. 5, sobre igualdad de género, principalmente en el área rural. Lograr el empoderamiento de las mujeres y las niñas es un reto difícil pero no imposible, si con determinación y trabajando juntos podemos evitar dejarlas atrás.
Es fundamental trabajar en las metas del Objetivos de Desarrollo Sostenible No. 5.
Haciendo un Ejercicio Profesional Supervisado de Relaciones Internacionales de la Universidad de San Carlos, pude comprobar cómo la Organización de las Naciones Unidas trabaja en acompañamiento al país para reducir los índices de desigualdad e inequidad de género que persisten en muchos países. Según diversos estudios relacionados a la Agenda 2030 y el ODS 5, las mujeres han sido relegadas por los hombres en todos los indicadores de desarrollo sostenible. En el informe de 2018 se indica que “unos 15 millones de niñas en edad escolar nunca tendrán la oportunidad de aprender a leer o escribir en la escuela primaria”.
Una de las acciones que ha propuesto las Naciones Unidas es la conmemoración del Día Internacional de la Niña el 11 de octubre y el 15 de octubre el Día Internacional de las Mujeres Rurales. Estas fechas son espacios oportunos para abordar esta problemática mundial y proponer líneas de acción estratégicas en pro de la equidad e igualdad de género.
Así, pues, un futuro sostenible tiene el rostro de una niña rural en pleno goce de sus derechos elementales. Una niña con oportunidades educativas, sanitarias y alimentarias, en igualdad de condiciones, que le permitan construir el futuro sostenible que merece.