Cristian Otoniel Montufar Vásquez
Coordinador de Programas de la Escuela de Gobierno y Gestión Pública.
Como se mencionó anteriormente, una acepción de Estado que hace referencia al conjunto de estructuras económicas, sociales, políticas y culturales, que le dan forma a la sociedad y que cuando dichas estructuras cambian profundamente, cambia el tipo de Estado. En este sentido veremos que en la actualidad perviven algunos modelos que encuentran sus diferencias atendiendo a su sistema político-administrativo o a su forma de gobierno.
En un sistema político-administrativo, hay tres tipos de Estado: Unitario, en donde existe un poder que se extiende hacia todo el territorio, con facultad para elegir y designar autoridades locales. Posee una sola Constitución Política y la delegación de poder recae en un Organismo Ejecutivo, uno Legislativo y uno Judicial. Un Estado unitario puede ser centralizado o descentralizado; en este último caso, las regiones poseen ciertas competencias y facultades administrativas.
La república es el tipo de Estado donde el máximo representante es el Presidente del país.
Otra de las formas dentro de esta clasificación es el Estado federal, el cual se caracteriza porque, si bien cuenta con un gobierno central, el poder también reside en instancias locales, regionales o estatales. Puede darse el caso de que las instancias locales posean sus propias leyes, pudiendo incluso tener posturas opositoras con respecto al gobierno central, sin dejar de estar subordinadas a él. La última clasificación en este rubro es el Estado compuesto, el cual se encuentra subdividido en colectividades con soberanía política y jurídica, existiendo tres tipos diferentes: Unión personal, Unión real y Estado confederado. Por otro lado, atendiendo a su forma de gobierno, los Estados pueden dividirse en monarquía, república, aristocracia y democracia. Una monarquía, hace referencia al sistema político que es administrado por una familia, con representación de un “monarca” que funge como jefe de Estado. Existen a su vez tres tipos de monarquía: absoluta, constitucional-parlamentaria y semiconstitucional o híbrida.
La república es el tipo de Estado donde el máximo representante es el Presidente del país, elegido por voluntad popular o elección parlamentaria, para representar los intereses de los ciudadanos durante un período previamente establecido en la constitución, existiendo una clara separación entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.