Rafael Argueta
Director Comisión Nacional de Energía Eléctrica
En la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE) se ha visto con preocupación que el precio del carbón, el cual es uno de los combustibles más usados para la generación de energía eléctrica en Guatemala y en el mundo, ha venido aumentando su precio en este último año, pasando de aproximadamente US $54.00 hasta valores arriba de los US $150.00/T, según el indicador API 2; esto, a pesar de que, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (EIA), en 2020, este combustible tuvo la caída más grande en la demanda desde la Segunda Guerra Mundial, principalmente por el efecto de la pandemia mundial y los confinamientos; pero en 2021 ha tenido una recuperación apreciable, principalmente por la escasez de gas natural que mantiene precios relativos por encima del precio del carbón, lo que hace que este recurso sea más competitivo para el despacho de generación en el sector eléctrico, además de una recuperación y crecimiento de la economía mundial, principalmente de Estados Unidos y China que son los grandes consumidores mundiales.
En Guatemala, en 2019, la producción de electricidad con carbón fue de 35.3 por ciento del total, mientras que la producción hidroeléctrica alcanzó 33.1 por ciento, por lo que representó para este año la mayor fuente de producción de energía eléctrica. Las principales plantas de carbón en Guatemala son la planta Jaguar Energy, de 300 MW, y la Planta San José, de 132 MW, entre otras de menor tamaño. Existe la ventaja de que la matriz de energía eléctrica es diversificada, en la cual las energías renovables como la hidráulica, solar, eólica y la biomasa tienen una proporción importante, lo cual contribuye a mantener cierta estabilidad en los precios y que los efectos de una tecnología en particular no sean tan apreciables. Existe una tendencia mundial a ya no generar más electricidad con plantas de carbón, principalmente para limitar las emisiones que producen el calentamiento global. Esto todavía es un largo camino, ya que, a pesar de las recientes alzas, el carbón sigue teniendo un precio relativamente menor comparado con otros combustibles fósiles.
Existe una tendencia mundial a ya no generar más electricidad con plantas de carbón.
La política energética en Guatemala favorece el uso de recursos renovables locales; la desventaja es que estos recursos tienen un comportamiento estacional y no siempre están disponibles, a diferencia de los combustibles fósiles, que pueden tener un suministro constante y ser fácilmente almacenados, lo que permite que sean utilizados en cualquier época del año.