Ángel García
Director Comisión Nacional
de Energía Eléctrica [email protected]
Las críticas que con mayor frecuencia se hacen sobre nuestro modelo de mercado incluyen las siguientes: Asociadas a la Generación: 1)Nuestra matriz energética no es lo suficientemente “renovable” y por lo mismo es de altas emisiones de carbono. 2)Ha atraído demasiada oferta en generación por lo que existe capacidad instalada operativa que no está siendo remunerada. Asociadas a la pobreza y conflicto social: 3)Los proyectos hidroeléctricos y de transmisión de electricidad provocan conflictividad social en el área rural. 4)Los costos integrados de producción, transporte y distribución de la energía (tarifas eléctricas) exceden lo que la población puede pagar.
Asociadas a la electrificación rural: 5)La calidad del servicio de electricidad es mala, principalmente en el área rural. 6)El porcentaje aún por electrificar es grande y presenta grandes desafíos financieros en inversión y en subsidios. Primer Reto: Matriz Energética: Durante 2020, aproximadamente el 74 por ciento de la energía consumida en Guatemala fue producida a partir de fuentes renovables; sin embargo, tan solo un año antes (2019), ese porcentaje fue próximo al 60 por ciento, variación muy significativa que se debió principalmente a que la energía renovable no estuvo disponible en 2019 en la misma cantidad en que sí lo estuvo en 2020. Eso nos muestra que la disponibilidad de generación renovable está sujeta a mayor incertidumbre que la generación térmica, por lo que la decisión de incrementarla debe balancearse con la obligación de asegurar el suministro, lo que conlleva costos asociados.
La mayor fuente de emisiones de carbono, se debe a las centrales carboeléctricas.
Guatemala se ha planteado como objetivo de política energética alcanzar un porcentaje de generación renovable superior al 80 por ciento en la próxima década. Para alcanzarlo, se convierte en una restricción el modelo de asignación a mínimo costo que es utilizado en las licitaciones PEG de las distribuidoras, dejando de asignar el costo mínimo de compra a cambio del resultante de cumplir una obligación de asignación renovable. Con respecto a las emisiones de carbono, la mayor parte de las mismas se debe a las centrales carboeléctricas, quienes producen un importante porcentaje de la energía consumida en el país precisamente por ser centrales de bajo costo variable. Para sustituirlas sería necesario instalar centrales geotérmicas cuyo costo de generación es muy elevado, o bien centrales de gas natural de bajas emisiones, pero que por ser no renovables nos alejan como país de la meta antes indicada. Concluimos en que siendo ya nuestra matriz energética predominantemente renovable y por ser técnicamente factible pero con costos asociados, incrementar la participación de estos recursos es un esfuerzo que debe continuar en forma gradual a efecto de balancear costos y certeza de suministro.