Leonel Guerra Saravia
La trata de mujeres es una de las modalidades de tráfico de personas más practicadas en el mundo. La trata de mujeres en su esencia
se presta a la esclavitud sexual y a la venta de la mujer como objeto sexual. Según un Informe de Amnistía Internacional, la trata de personas es una de las formas ilegales más lucrativas en el mercado mundial. Datos de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) estiman que el tráfico humano mueve por año cerca de 32 mil millones de dólares. Según cálculos del Instituto Europeo para el Control y Prevención del Crimen, cerca de 500 mil personas son traficadas de países más pobres para este continente por año.
En cuanto al tráfico de personas para fines sexuales, se estima que 98% de las víctimas en todo el mundo son mujeres. Para la Asociación para la Prevención y Reinserción de la Mujer Prostituida (Apramp), la situación de este problema merece más atención. La institución alerta que hoy el la región con mayor número de mujeres traficadas para fines sexuales es Sudamérica. Datos de la Investigación Nacional sobre el Trata de Mujeres, Niños y Adolescentes (Pestraf) contabilizan 110 rutas nacionales y 131 rutas internacionales, siendo 32 de esas para España. La Trata de mujeres es crimen en la mayor parte de los países, incluyendo Brasil, lo que no impide su práctica.
El tráfico de personas es un delito grave.
En consonancia con la Organización de las Naciones Unidas, cerca de 2.5 millones de personas son vendidas cada año y, de estas, 80% son mujeres y víctimas del tráfico sexual. La trata de personas es canalizada a la explotación sexual, el trabajo forzado, el matrimonio forzado, la venta de niños, la adquisición de niños soldados y la extracción de órganos. El tráfico de personas es un delito grave, y por ende una grave violación de los derechos humanos.
El uso de redes sociales para la trata de personas aumentó durante la pandemia. En ese sentido, explica que los delincuentes han utilizado tanto las redes sociales como las aplicaciones de mensajería para tener acceso a las posibles víctimas y reclutarlas con fines de explotación sexual. La trata de mujeres y niñas se extiende al ciberespacio, por medio de las redes sociales. Es momento de que nos unamos y trabajemos contra dicho flagelo.