Leonel Guerra
La Secretaría Contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas (SVET) señala que, en lo que va del año, el Ministerio Público ha recibido 984 denuncias por violencia sexual, y más de la mitad de ellas corresponde a hechos contra menores de 14 años, donde muchas veces el responsable es alguien cercano al círculo familiar de la víctima.
La directora de la SVET, Gabriela Sandoval, recomendó a los padres de familia que no pasen por alto las alertas que lanzan los niños y niñas que son víctimas de abusos. Estas alertas pueden ser en forma de dibujos violentos o fuera de lo normal, cuando muestran rechazo al quedarse con una persona, pesadillas recurrentes y cambios de humor repentinos. Por otro lado, el director de la Liga Guatemalteca de Higiene Mental, Marco Antonio Garavito, resaltó la importancia de romper con el tabú acerca de la educación sexual integral para que los niños y niñas puedan reconocer y verbalizar un abuso. La Oficina de Atención a la Víctima del Ministerio Público, ubicadas en el barrio Gerona, recibe un promedio de 8 a 10 casos diarios de niños y niñas (de 10 a 12 años) que han sido abusados por personas muy cercanas a ellos, dentro del hogar, centros de enseñanza, encargados o personas desconocidas. La situación de la niñez representa la mayor preocupación, en virtud de que es en dichos casos donde se presenta el mayor grado de abuso.
El director de la Liga Guatemalteca de Higiene Mental resaltó la importancia de romper con el tabú acerca de la educación sexual integral, para que los niños y niñas puedan reconocer y verbalizar un abuso.
Este tipo de abuso se comete en forma oculta, y sobre las personas menores de edad se ejerce una mayor violencia física y psicológica. La incapacidad de denunciar provoca convertirse en víctimas “permanentes” de esta forma de abuso, ya que en muchos casos se prolonga por años, dejando secuelas físicas y psicológicas permanentes, embarazos o suicidios de las víctimas. En Guatemala se debe mejorar la calidad de la enseñanza profunda sobre la sexualidad. La educación integral en sexualidad es una herramienta de desarrollo y de logro de los planes de vida de las adolescentes. Debemos dignificar a los guatemaltecos, como otra herramienta para disminuir la violencia sexual.
La dignidad o “cualidad de digno” (del latín, grandeza) hace referencia al valor inherente del ser humano por el simple hecho de serlo, en cuanto ser racional, dotado de libertad. No se trata de una cualidad otorgada por nadie, sino consustancial al ser humano.
No depende de ningún tipo de condicionamiento ni de diferencias étnicas, de sexo, de condición social o cualquier otro tipo. Según la distinción introducida por Millán-Puelles, esta es la dignidad ontológica, diferente a la dignidad adquirida, siendo este último concepto similar al del honor. Unámonos todos, eduquemos sexualmente a nuestros hijos. Que las distintas religiones participen sobre este tema y dignifiquemos a los guatemaltecos.