María Dolores Villagrán Mayén
Coordinadora de estudios de [email protected]
Existen muchos aspectos por tomar en cuenta en la gestión del talento humano, si retomamos la propuesta de Chiavenato (2008): “Administrar con las Personas”, la cual está orientada a potencializar las competencias con las que cuentan las personas en las instituciones públicas; refiere que no es solamente asignarles cargos, funciones y tareas, sino que conlleva realizar procesos de comunicación en los que se les considere su participación para la discusión y toma de decisiones en el establecimiento de estrategias y políticas institucionales, acordes al mandato de la ley orgánica de las organizaciones, dentro de la estructura estatal; ello implica implementar un modelo de dirección de manera más horizontal.
Desde esta propuesta, la visión de la gestión de lo público pasa de solo centrarse en la “aplicación de la ley” a la acción imperativa de lograr resultados, lo que implica mayor compromiso ante los ciudadanos, eficiente gerencia de recursos humanos, innovación en los procesos y las estructuras organizacionales, así como en la facilitación del acceso a herramientas tecnológicas para el personal.
Ello implica implementar un modelo de dirección de manera más horizontal.
Aunado a lo anterior, el servidor público debe contar con las competencias laborales en torno a conocimientos de los procesos y sistemas; habilidades y destrezas en el manejo de herramientas, así como, actitudes personales, desarrollando el sentido de creatividad y voluntad de servicio para buscar soluciones a las demandas, problemas y necesidades de los usuarios.
De ahí que, para la gestión del talento humano, debe existir “la asociación indisoluble entre competencia y valor público, entre capacidades y resultados” (CLAD, 2018, p.13).
Por las particularidades de la administración pública, para contar con personal lo suficientemente capacitado con competencias que respondan efectivamente a las exigencias y cumplimiento de los mandatos institucionales, debe planificarse e implementarse la profesionalización de los servidores públicos a través de procesos de formación y capacitación; desde el enfoque de “Desarrollo de las personas”, es importante agregar valor a sus cualidades y atributos.