Rafael Argueta
Director Comisión Nacional de Energía Elé[email protected]
En 2007, la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE) inició con las actividades de planificación de la expansión de la generación y la transmisión eléctrica y las licitaciones de largo plazo, según lo previsto en las reformas realizadas al Reglamento de la Ley General de Electricidad (LGE) y al Reglamento del Administrador del Mercado Mayorista (AMM) publicadas ese mismo año. La primera actividad realizada fue elaborar un diagnóstico de la situación del subsector, con la finalidad de determinar el crecimiento de la demanda de potencia y energía, las necesidades de nuevas Inversiones en Generación en el Corto Plazo y los riesgos de desabastecimiento.
Como resultado de este diagnóstico, se preveía que para 2010 la demanda superaría la oferta de generación disponible, lo que representaba un agotamiento de las reservas y un probable déficit, por lo que se llegó a la conclusión de que se necesitaba instalar al menos 200MW de potencia, preferiblemente con tecnología térmica de algún combustible de base como el carbón, coque de petróleo o gas natural, que en ese momento era lo deseable por los bajos precios y la estabilidad que estos combustibles tenían en el mercado internacional. Era necesario entonces implementar el mecanismo de licitación para la instalación de los 200MW. En 2007, la CNEE aprobó las Bases de licitación para adicionar nueva generación tal y como lo establecían las reformas a los reglamentos.
Se preveía que para 2010 la demanda superaría la oferta.
El objeto de la licitación fue la contratación por 15 años de una central térmica que operara a base de carbón mineral, que iniciaría operación comercial en 2012. El resultado de esta licitación fue que, en mayo de 2008, las distribuidoras Deocsa y Deorsa notificaron a la entidad Jaguar Energy Guatemala la adjudicación del Contrato de Abastecimiento de Potencia con Opción de Compra de Energía Eléctrica. Este proceso fue por lo tanto la primera licitación de largo plazo realizada desde la implementación del modelo del mercado eléctrico en Guatemala.
La empresa Jaguar Energy Guatemala construyó una planta a base de carbón natural de 300 MW, que en su momento fue la planta de mayor tamaño en Centro América. La entrada en operación fue en agosto de 2015, con efectos importantes en el mercado mayorista, principalmente en la determinación del Precio de Oportunidad de la Energía también llamado Precio Spot, ya que, conjuntamente con otras plantas de generación a base de carbón, se convirtió en la tecnología que determina dicho precio.
Esta fue una señal importante para la fijación de los precios en el mercado mayorista, lo que trajo una reducción importante de estos para los grandes usuarios y los usuarios regulados que, sumado a la entrada de más oferta de generación producto de procesos posteriores, aún persiste hasta la fecha.