Sentir tristeza y apatía en los días oscuros y lluviosos, o dolor en las articulaciones cuando hace más frío, son algunos ejemplos de cómo nos vemos afectados por los cambios meteorológicos. Los científicos nos explican por qué influyen en nuestra salud y estado de ánimo. Juan Carlos Ocaña Tabernero, miembro de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, explica que el frío hace que, a nivel muscular, estemos más encogidos y, por lo tanto, se produzca una contracción involuntaria de los músculos, lo que puede producir calambres, espasmos y contracturas. “La duración y claridad de la luz natural se ha asociado también con alteraciones del humor.
Asimismo, hay estudios del efecto que producen determinados vientos con características particulares de temperatura y movimiento, como el viento foehn (Suiza y Austria), que ocasionan alteraciones en la electricidad atmosférica y causa efectos sobre la población que incluye irritabilidad, falta de concentración, migraña, etc.”
Por otro lado, señala la psicóloga Macarena del Cojo: “El trastorno afectivo estacional suele comenzar a una edad aproximada de 20 años. Es más común en las mujeres que en los hombres, así como en zonas donde los inviernos son más largos y con menos horas de luz”. Algunas personas parecen tener instalado un sensor meteorológico en rodillas, caderas u otras articulaciones, con una alarma en forma de molestia que les avisa de los cambios del tiempo.
”El trastorno afectivo estacional suele comenzar a una edad aproximada de 20 años“.
“La influencia del clima en muchas enfermedades es algo que está interiorizado en la cultura popular e incluso entre los médicos ya desde los tiempos de Hipócrates, quien describió por primera vez la relación entre la salud del ser humano y el clima”, comenta Juan Carlos Ocaña Tabernero, coordinador del grupo de trabajo de medicina tradicional y complementaria de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
Este galeno agrega que “en la medicina tradicional china también se describe cómo el frío, la humedad, el viento o la sequedad producen cuadros de dolor, rigidez e inflamación articular que se denominan síndrome Bi”. El facultativo señala que las diferentes investigaciones realizadas sobre la influencia de los cambios del tiempo en algunas enfermedades, han llegado a veces a conclusiones contradictorias.
Continuará…