Eran las grandes favoritas de la noche y las dos cumplieron su objetivo de hacer historia: Taylor Swift ganó su tercer Grammy al Álbum del Año por Folklore, y Beyoncé se convirtió en la mujer con más gramófonos dorados, 28 premios a lo largo de su carrera.
En uno de los años más difíciles para la industria musical, la Academia de la Grabación estadounidense preparó una gala sencilla y elegante, sin público, en la que los artistas se turnaron las actuaciones en un escenario circular dispuesto en el Staples Center, de Los Ángeles.
A diferencia de los Golden Globe y los Emmy, los Grammy evitaron recrear una gala de grandes dimensiones y apostaron por reinventarse con un formato reducido. Durante las tres horas y media, desfiló lo más granado del panorama musical: Billie Eilish, Tay-lor Swift, Cardi B, Dua Lipa, Harry Styles, Post Malone, John Mayer, BTS, Bad Bunny, Megan Thee Stallion, Bruno Mars y HAIM.
Los premios confirmaron a Swift como una de las artistas más influyentes de la historia, al ganar el Grammy al Disco del Año. Es la tercera vez que la estadounidense triunfa en la categoría reina, después de las victorias de Fearless (2010) y 1989 (2016). El logro hasta ahora estaba únicamente en manos de Frank Sinatra, Stevie Wonder y Paul Simon.
Minutos antes de que Swift batiera su propio récord, Beyoncé hacía historia como la artista más galardonada de los Grammy: 28 premios a lo largo de su carrera. La noche del domingo, la cantante ganó cuatro gramófonos: Mejor Canción Rap, Mejor Actuación Rap, Mejor Actuación R&B y Mejor Video Musical.
Entre el resto de ganadores hubo dos grandes sorpresas: después de arrasar en los Grammy del año pasado, Billie Eilish triunfó en Grabación del Año por Everything I Wanted. La Canción del Año (premio a los compositores) fue para I Can’t Breathe, de H.E.R., fuera de todo pronóstico.
• Javier Romualdo, EFE.