Por: Gabriela De León
Oficial de Programa Reducción de Pobreza e Inversión Social, PNUD
El Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), es una medición que permite determinar múltiples carencias que enfrentan simultáneamente, aquellas personas que viven en pobreza, en dimensiones como educación, salud, vivienda, entre otras. Más de 60 países han adoptado el IPM. Ejemplos cercanos a Guatemala podemos mencionar: El Salvador y Costa Rica (2015) y recientemente Panamá en 2017. Panamá es un caso interesante, ya que, en septiembre de 2018, lanzó el primer IPM infantil oficial en América Latina. El IPM global fue desarrollado por primera vez, en forma conjunta por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Iniciativa sobre Pobreza y Desarrollo Humano de Oxford (OPHI), coincidiendo con el 20º Aniversario del Informe de Desarrollo (IDH) en 2010. Para el IDH, OPHI calculó un IPM global que abarcaba 104 países. La relevancia de utilizar el IPM para medir la pobreza ha sido reconocida en el marco de la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la cual establece que “erradicar la pobreza en todas sus formas y dimensiones, es el mayor desafío mundial y un requisito indispensable para el desarrollo sostenible”.
Actualmente, el Ministerio de Desarrollo, lidera la construcción del IPM nacional, lo que implica estimar por primera vez para el país, el Índice de manera oficial para complementar la medición de pobreza por consumo. Este esfuerzo está siendo acompañado técnicamente por OPHI, quienes velan por la rigidez metodológica del ejercicio y con asistencia del PNUD, el Programa Mundial de Alimentos, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).