Manifestantes de diferentes ciudades de Nicaragua se citaron ayer para celebrar los 100 días de protestas contra el presidente Daniel Ortega, a quien responsabilizan de la muerte de más de 440 personas desde abril.
Los “autoconvocados” se manifestaron en las calles de Bluefields, Chinandega, Granada, Jinotega, Juigalpa, León, Managua y Tipitapa, ciudades ubicadas en diferentes zonas de ese país.
“Han sido 100 días de lucha, de lágrimas y banderas teñidas de sangre. Pero también 100 días de esperanza, unión y amor. Sigamos cosechando libertad”, afirmó la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, la cual está conformada por líderes de la sociedad civil, universitarios,
campesinos y empresarios.
Contexto
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, se iniciaron el 18 de abril, por unas fallidas reformas a la seguridad social, y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de 11 años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.
Las manifestaciones aumentaron a la vez que creció la cantidad de personas muertas durante la represión, que incluyó ataques del Gobierno contra la población, ejecutados por sus “fuerzas combinadas”, compuestas por policías, antimotines, parapolicías, paramilitares y grupos oficialistas, encapuchados y ataviados con armas de guerra.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por “asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias cometidos contra la población mayoritariamente joven del país”, con el apoyo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, pero el régimen nicaragüense lo niega.
Un diálogo nacional entre la Alianza y el Gobierno se mantiene suspendido, debido a la fuerte represión, según la Conferencia Episcopal de Nicaragua, que actúa como mediadora y testigo.
La nación centroamericana vive la crisis sociopolítica más sangrienta de su historia en tiempos de paz, y la peor desde la década de los años 80, también con Ortega siendo presidente.
Más condenas
El principal gremio empresarial de Honduras se sumó ayer a la condena generalizada en la región por los actos violentos en Nicaragua, como consecuencia de la crisis sociopolítica.
“Llamamos a las autoridades a volver a la mesa de diálogo para encontrar una solución inmediata y pacífica a la situación de violencia y crisis por la que está atravesando Nicaragua”, indicó el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) en un comunicado.
El Cohep rechazó y condenó “el uso de la fuerza para reprimir a los ciudadanos nicaragüenses que se manifiestan en su derecho contra el Gobierno, demandando justicia, transparencia, democracia y paz”. Asimismo, expresó su “solidaridad” con las familias que han “sufrido la violencia”, y lamentó “las pérdidas de vidas humanas durante este conflicto”.
