No hace falta haber sido caballo, para ser un buen jinete”. Cuando al llegar al Milán, procedente del Parma, a Arrigo Sacchi se le comenzó a llamar “Don Nadie” por no tener pasado como futbolista de élite. El técnico que revolucionó el futbol de los 90 explicó de esa forma cómo se puede ser un buen entrenador, sin necesidad de haber sido un renombrado jugador.
Ahora, en las semifinales del Mundial Rusia 2018, se enfrentan dos “grandes exjugadores” contra otros dos exfutbolistas que no alcanzaron el éxito internacional.
Deschamps vs Roberto Martínez
A Deschamps, Eric Cantona le llamaba el “aguador”. Era el que hacía el trabajo sucio en el centro del campo francés, el jugador indispensable para que brillase Zinedine Zidane o Youri Djorkaeff y, por eso, fue internacional en 103 ocasiones y capitaneó a la selección que conquistó el título mundial en 1998. Fue el segundo jugador, después de Franz Beckenbauer y antes que Iker Casillas, en alzar como capitán las copas de Campeón del Mundo, de Campeón de Europa y de la Liga de Campeones.
Su llegada a la selección francesa, al pasar por los clubs Mónaco, Juventus y Marsella, dio a los bleus la estabilidad que habían perdido desde que conquistaron la Eurocopa 2000. Deschamps reconstruyó el equipo, rozó la gloria en la Eurocopa 2016 y resolvió con contundencia la mayor crisis; fue inflexible con Karim Benzema, cuando este fue investigado por la justicia por una posible extorsión a su compañero de selección, Mathieu Valbuena.
Roberto Martínez es más conocido en el Reino Unido que en España, porque su carrera profesional, primero como jugador y después como entrenador, se forjó en Gran Bretaña. Como jugador, sólo llegó a disputar un partido en la Primera División española. Luego emigró y se ganó el respeto del futbol británico. Desde el banquillo fue creciendo con el Wigan, el Swansea y el Everton, hasta ser reclutado por Bélgica para convertir en realidades las promesas incumplidas de una brillante generación.
El caché que le podía faltar de su etapa de jugador lo aporta Thierry Henry, al que reclutó como asistente y quien le ha ayudado a transformar a un jugador como Romelu Lukaku.
Elogiado por la forma como lee los partidos, Roberto Martínez también dio un golpe de autoridad al no convocar al díscolo Radja Nainggolang, toda una estrella que solía ser una fuente de conflictos.
Gareth Southgate vs Zlatko Dalic
Gareth Southgate y Zlatko Dalic llegaron como solución de emergencia, y se han convertido en el mejor remedio.
Southgate tiene a sus espaldas no menos de 500 partidos de Liga como jugador. El defensa, que pasó por el Crystal Palace, el Aston Villa y el Middlesbrough, fue internacional de 1995 a 2004, pero cargó en su trayectoria con un fallo de un penalti en la Eurocopa de 1996, contra Alemania, en Wembley, que evitó que Inglaterra llegase a la final.
Era el entrenador de los Sub-21 cuando la FA pensó en él para los pross, mientras buscaba un sustituto a Sam Allardyce. Lo hizo tan bien que se quedó con el cargo.
A su llegada dio un golpe en la mesa. Jubiló a la “vieja guardia”, con Wayne Rooney a la cabeza, y dio entrada a aquellos a los que había dirigido en la Sub-21.
A Zlatko Dalic, sin embargo, apenas le respalda su carrera como jugador profesional en su país. Centrocampista del Varteks, Hadjuk, Velez Mostar, que nunca trascendió. Emigró pronto como entrenador a Albania, Arabia Saudí y Emiratos Árabes, antes que la federación croata le entregase la Sub-21.