Por: Tito E. Díaz, Coordinador subregional de la FAO para Mesoamérica
La agricultura es la principal actividad de los habitantes rurales de Centroamérica.
Más de 3 millones de familias se dedican a esta actividad y su rol es clave para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de los países. Sin embargo, casi la mitad de los habitantes rurales de América Latina y el Caribe son pobres.
A pesar de los esfuerzos de los gobiernos, los programas de protección social se han mostrado insuficientes para acabar con la pobreza, y se ha producido un estancamiento e incluso algunos países han retrocedido en la reducción de la pobreza rural.
Por tanto, es necesario repensar las estrategias para sacar a esta población de la pobreza y cumplir con el compromiso de erradicarla al 2030.
Los países deben innovar, buscar nuevos esquemas que articulen las políticas y programas de salud, educación, vivienda y las transferencias de recursos en efectivo con los programas de inclusión productiva a nivel territorial.
La inclusión económica y productiva implica atención focalizada en los grupos más vulnerables, mujeres, la juventud, los pueblos indígenas, para fomentar su vinculación al mercado laboral. La generación de oportunidades para emprendimientos, el acceso a recursos productivos y mercados para los agricultores familiares, y el acceso a servicios de extensión, financiamiento y seguros agrícolas con los que actualmente no cuentan.
Se trata de promover acciones innovadoras que generen impactos transformadores que mejoren la calidad de vida de las personas y les permita permanecer en sus territorios.
Un ejemplo interesante es el modelo de compras públicas a la agricultura familiar para la alimentación escolar.
Este modelo genera un esquema doblemente beneficioso, por un lado, para la generación de ingresos a las familias y el desarrollo en las zonas rurales, y por otro la mejora de la seguridad alimentaria en los escolares.
Acabar con la pobreza también requiere una respuesta integral, e implica una mayor coordinación, evitando la sectorialización de los programas y su llegada fragmentada y dispersa a los territorios
Recientemente se desarrollaron las jornadas de alto nivel político y técnico de los países del Sica, con apoyo de FAO, que analizaron cómo innovar y avanzar hacia sistemas intersectoriales de protección social e inclusión productiva para hallar soluciones que construyan un futuro para Centroamérica, donde nadie se quede atrás.