Por: Fernando López
Luego del descubrimiento de América por Cristóbal Colón, de la conquista de estas tierras, con abundancia en oro y piedras preciosas, los barcos españoles que se aventuraban por los mares del Atlántico rumbo a Europa, eran presa fácil de los piratas que se hacían de los tesoros que llevaban a la Corona Española.
En 1859, Guatemala firma con Gran Bretaña el Tratado Aycinena–Wyke, con el objetivo primordial de frenar el avance británico sobre territorio guatemalteco. En aquél tratado, Guatemala cedió en forma condicionada el área entre los ríos Sibún y Sarstún, a cambio de una carretera entre el establecimiento de Belice y la capital de guatemalteca, como compensación. La compensación prevista no fue cumplida. Para 1863 se firmó una Convención por medio de la cual Gran Bretaña se obligó a pagar a Guatemala la cantidad de 50,000 libras esterlinas, tampoco fue cumplida. En 1884 Guatemala protestó la ocupación de hecho de la Gran Bretaña, declarando que mientras no existiera un acuerdo perfecto sobre este punto entre los dos países, dicha ocupación no perjudicaría los derechos de Guatemala en ningún tiempo.
En 1946, por iniciativa del Poder Ejecutivo, el Congreso de la República declaró unilateralmente la caducidad de la Convención de 1859, por Incumplimiento de la Gran Bretaña. Como consecuencia, procedía la restitutio in integrum (restitución íntegra, o restauración en completo) del territorio de Belice a Guatemala. Para 1981, el Reino Unido otorgó unilateral e indebidamente la independencia a Belice, y sin fundamento alguno, Belice declaró como sus límites territoriales los establecidos en la caducada Convención anglo-guatemalteca de 1859.
El 14 de agosto de 1991 Guatemala publica un comunicado en el que se reconoce el derecho del pueblo beliceño a su autodeterminación, haciendo la aclaración que se continuaría negociando hasta agotar las instancias legales que llevasen a la resolución definitiva del diferendo territorial. En 1994, Guatemala formuló una reserva ante la ONU, asentando que dicho diferendo seguía sin resolverse. El Gobierno de Belice manifestó que estaba dispuesto a negociar. Por eso debemos votar este 15 de abril. Es un deber cívico.
*Escrito por Fernando López