El FIFPro, Sindicato Internacional de los Futbolistas Profesionales, exigió ayer a los dirigentes del futbol italiano “investigar” y tomar “medidas fuertes”, después de los insultos racistas recibidos el fin de semana el jugador ghanés del Pescara, Sulley Muntari, en el partido contra el Cagliari.
“Exigimos a las autoridades italianas escuchar la versión de Muntari, investigar para comprender por qué se gestionó mal la situación y a tomar medidas fuertes para garantizar que esto no vuelva a ocurrir”, indicó el FIFPro en un comunicado.
El domingo, Muntari abandonó anticipadamente la cancha del Cagliari después de haber recibido gritos racistas proferidos por los aficionados del equipo sardo. “He tratado de hablar con ellos (con los aficionados que lo insultaban), pero el árbitro me ha dicho que lo tenía que dejar”, explicó el futbolista africano tras el partido.
“Ha sido entonces cuando me he enfadado. ¿Por qué en vez de detener el encuentro la ha tomado conmigo? Los aficionados son responsables, pero el árbitro debería haber hecho otra cosa que acusarme. No soy una víctima, pero estoy convencido de que si se detuviesen los partidos, este tipo de cosas no volverían a ocurrir”, añadió el futbolista ghanés.
Muntari fue advertido por el réferi antes de dejar el terreno de juego. Según el acta arbitral, publicado en la web de la Liga italiana, el jugador también recibió una tarjeta roja después del encuentro.