El escritor, pintor y capacitador plasma su filosofía en distintos espacios.
Ingeniero de profesión, pero escritor y pintor por pasión, para Cecilio Baeza (Guatemala, 1950) la clave del éxito y la felicidad está en la organización, la disciplina y, sobre todo, en la optimización del tiempo. Por ello, tanto en sus libros como en el programa de televisión que tiene en Jesús TV, motiva a jóvenes y adultos a trazar su propio destino con productividad.
Una filosofía
Recorrer los pasillos del hogar de Cecilio Baeza es como descubrir una pequeña galería de arte, plagada de paisajes y retratos. Dentro de su estudio, en cambio, las protagonistas son las copias de En el umbral del mañana (2004) y Frente al espejo, 20 años después (2014), algunos de los libros de ensayos que ha publicado.
Su sueño, recuerda Baeza, era ser arquitecto, mas su familia no contaba con los recursos para pagar esa carrera e ingresó en la facultad de Ingeniería. Esto no se convirtió en una frustración y tomar La Estrella de la Victoria como filosofía, marcó el rumbo de su destino, al ver la vida desde cinco horizontes: visión, misión, estrategia, credo y objetivos.
Planificación, la clave
De acuerdo con el autor, esta ideología le permitió optimizar su tiempo para alcanzar sus distintos intereses: “Todo lo que hago cuenta con una planificación. No me gusta dejar nada al azar, pero cuando suceden imprevistos, los tomo como experiencias de vida”. Con sus libros, dice, busca mostrar a los lectores que, al evitar el ocio, es posible cumplir las metas.
Además de la pluma, Baeza usa la voz para compartir su filosofía. El motivador y capacitador conduce un espacio que se emite todos los jueves a las 20:00 en el canal católico Jesús TV. Con esto, admite, intenta expandir la gestión del tiempo al desarrollo integral en cuatro áreas: física, intelectual, social y religiosa.
Más arte
En los estantes de Baeza también reluce un antiguo cuaderno que evidencia su amor por la poesía y con el que creó De mis noches oscuras al plenilunio (2017), título en el que narra su evolución personal, desde la juventud hasta la madurez. “Hace una síntesis de vida y demuestra que el destino se hace. Asimismo, que el arte es volver a vivir”, manifiesta.