Inspirada en el poema de José Martí, la agrupación estrena este tema durante el XV Festival de Junio.
La niña de Guatemala, la que se murió de amor, inspiró la nueva canción de Esperanto. Mientras Álex Castillo, integrante y compositor de la agrupación, se encontraba a solas con su guitarra, el romanticismo y la esencia del poema de José Martí (1853-1895) se colaron en sus melodías. En Pop folclore, el concierto que ofrecerán como parte del XV Festival de Junio, este tema tomará protagonismo. Asista hoy a las 19:00 a la Sala Efraín Recinos del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias. Admisión: platea Q200, balcón I Q100 y balcón II Q50.
Una tradición
Durante cada una de sus participaciones en el Festival de Junio, Álex Castillo, Ricardo Velásquez, Erwin Gordillo, Yordiel Mayén, Rony Alvarado y Sebastián Chavarría, los integrantes de Esperanto, han trabajado por estrenar canción. Estas composiciones tienen la misión de ofrecer a la audiencia una propuesta pop, a la que se integren leyendas, paisajes e historias que resalten la cultura nacional.
Esta tradición, que comenzó con Zitlaltzin, un tema basado en la leyenda de Xocomil, tomó este año nuevos rumbos cuando “como un balde de agua fría”, dice Castillo, apareció La niña de Guatemala, de José Martí. Y, aunque el compositor mantuvo la esencia del poema, decidió concentrarse en “la parte bonita y romántica de esa relación” más que en la historia que termina en tragedia.
Chavarría explica que con esta propuesta, Esperanto pretende dibujar de manera detallada parte de esta leyenda, pero sin tomar extractos de la obra literaria. Por eso, en función de aquellos espectadores ajenos a la chispa que surgió entre Martí y María García Granados, su canto únicamente busca rescatar la experiencia que el escritor plasmó con su pluma.
Recorrido musical
En la presentación de esta noche, la agrupación recorrerá canciones populares de artistas como Frank Sinatra y The Beatles. Gracias al acompañamiento de la marimba, el auditorio también se deleitará con temas nacionales como Vuestros pies, Mi plegaria, Mi linda morena y Luna de Xelajú. “Queremos llevar a las nuevas generaciones piezas que les enseñen de dónde venimos. Esa es la labor del arte, crear contenido que demuestre el potencial infinito del país”, manifiesta Castillo.