Desde la música, la poesía y la ilustración estas creadoras hablan alto y claro.
Hoy, como cada 8 de marzo, el mundo conmemora el Día Internacional de la Mujer. Esta fecha sirve para recordar a aquellas mujeres que a lo largo de la historia se han atrevido a demandar mayor participación e igualdad de derechos. Sin embargo, esa reivindicación no se limita al pasado, pues en la actualidad distintas artistas usan su talento para expresar el sentir de muchas guatemaltecas. Las siguientes cantautoras, poetas e ilustradoras son jóvenes, pero hablan alto y claro, y con ello le dan voz a quienes no la tienen.
Sara Curruchich
En sus canciones, la cantautora de origen maya kaqchiquel Sara Curruchich busca narrar las experiencias vividas por las mujeres y los pueblos indígenas. “Comencé a notar que no era la única que pasó por racismo, discriminación o exclusión. Mis abuelas, mi mamá y mis vecinas también sufrieron rechazo y opresión. Verlas me hizo entender lo importante que era abordar estos temas y concienciar a las personas”, señala la artista.
La guatemalteca lleva en su obra un mensaje de acompañamiento. Su deseo, dice, es que las mujeres se identifiquen con sus letras y sepan que “somos una trenza que se va tejiendo, que sueña y une sus corazones; que la libertad aflore en nuestro ser porque tenemos derecho de ser libres y levantar nuestra voz, que vale muchísimo”.
Rebeca Lane
Ser parte de un territorio en el que “el machismo es bastante explícito” despertó en Rebeca Lane un fuerte deseo de denunciar los abusos físicos, emocionales y sociales. La rapera guatemalteca usa sus líricas para evidenciar las situaciones que afectan su integridad y la de aquellas mujeres con las que comparte un mismo camino de recuperación.
Más allá de la protesta que habita en sus letras, Lane quiere transmitir un mensaje que invite a las mujeres a “levantar el espíritu”, frente a las experiencias que las dejan inmovilizadas y las oprimen. “Pienso que unidas podemos mejorar el escenario. Más aún, cuando los hombres también adquieren conciencia y se convierten en aliados para desarticular el patriarcado”, concluye.
Daniela Archila
Cosechar el amor propio y ser voz de quienes, por diversas razones, no pueden expresarse libremente, motiva a Daniela Archila (Guatemala, 1997) a escribir. Apasionada de las letras, esta joven poeta promueve la liberación femenina y la manifestación en pro de los derechos de la mujer, con el anhelo de que las historias que ha vivido no se repitan más.
La escritura, considera, la ha conectado con muchas mujeres. Esta interacción se ha generado en su blog (encadenadalibertad.com) y también mediante trabajos periodísticos y funciones de poesía musical. “Recibo mensajes de chicas que se identifican con mis textos, y eso me hace feliz. Nos recuerda que no estamos solas y que la mejor manera de sobrellevar las situaciones difíciles es uniéndonos”, expresa.
Eugenia Cruz
En las letras, Eugenia Cruz se encontró, se conoció, se liberó y, sin darse cuenta, ayudó a muchas mujeres a hacer lo mismo. En Yo no le llamaría a esto bailar (2018), su primer poemario, la guatemalteca plasma sus experiencias de amor, dolor y aceptación, y logra poner en palabras lo que muchas no se atreven a decir. “Sentir no te hace débil, y eso trato de decir en mis textos. Quiero que todas las chicas sepan que no están solas o locas por lo que están sintiendo”, comenta.
Para la poeta, de 23 años, escribir es una terapia y el lugar seguro en el que cada mujer puede ser y sentir. “En ella encontraremos esas emociones que, tal vez, no sabíamos que existían, pero que podemos aprovechar y entender a plenitud”, dice.
Isa Valladares
Con las experiencias y emociones que a diario vive, la ilustradora Isa Valladares llena libretas de colores y figuras. Este método de documentación le sirve, además, para visibilizar esas situaciones que atraviesan las mujeres, pero que, por temor a roces con otras personas, callan. A finales de 2018, la artista de 24 años participó la exposición Lo que quise decir pero me arrepentí, en la que materializó la sexualidad femenina.
Con su obra, la creadora rompe estereotipos. “En el sexo, por ejemplo, se tiene el concepto de que la mujer pierde su valor, su dignidad y su virginidad. Todo es perder, aunque, realmente, no perdemos si tenemos el control. No nos quitan nada, al contrario es un intercambio del cual no debemos sentirnos avergonzadas”, destaca.
Paula Morales
El amor propio, el feminismo interseccional, la denuncia, el cuestionamiento de los cánones de belleza y la fluidez de género se manifiestan en los trazos de la ilustradora Paula Morales. Una buena muestra de ese trabajo es Mujeres Ilustradas de Guatemala, un archivo visual que comparte mediante su cuenta de Instagram (@paulaillustrates).
Con ese proyecto, Morales homenajea a quienes luchan día a día por crear espacios incluyentes, diversos y seguros. “Es una plataforma para contar nuestra historia, para ser vistas, pero también para escuchar”, declara. Considera que su labor no es otra que otorgarle nombre y apellido a los esfuerzos emocionales y físicos que crean escenarios de posibilidad, pese a la inseguridad, la violencia y la xenofobia.
Con información de Berta Abrego.