Cofradía Escarlata estrena este montaje basado en la novela de Alejandro Dumas, hijo.
La Cofradía Escarlata afina los últimos detalles para el estreno de La dama de las camelias, su nuevo montaje. En medio de ensayos y pruebas de vestuario, la compañía abrió sus puertas al Diario de Centro América y, entre los vestidos pomposos, las capas, los sombreros de copa y los trajes de leva, descubrimos que el romance es el protagonista de esta pieza. Véala los miércoles y jueves, del 6 al 28 de marzo, a las 20:00 en el Teatro Lux, 6a. avenida 11-02, zona 1. Costo Q145.
Hasta el pasado
Candelabros, sillas de madera, teteras, charolas, jarrones y copas de plata son algunos de los elementos escenográficos que, por unos días, han trasformado la Galería El Attico, lugar donde celebran los ensayos, en un pequeño rincón del París del siglo XIX.
Estos accesorios, originales de 1850, nos trasladan hasta la trágica y pasional historia entre Margarita Gautier (Fiorella Melini) y Armando Duval (Vitto Leal). La dama de las camelias, basada en la novela de Alejandro Dumas (hijo), se presenta por primera ocasión en las tablas nacionales con libreto original de Luis López Bautista y bajo la dirección de Guillermo Monsanto.
Importancia
Bautista, quien también ejerce de productor general, asegura que cada detalle es esencial para poder viajar hasta esa época. “Desde el uso de vocabulario, los gestos, las expresiones de amor, hasta los colores y complementos que usa cada personaje son indispensables para resaltar la trama”, agrega.
Algunos personajes, además, cuentan con varios cambios de vestuario, para fortalecer cada escena. Por ejemplo, Margarita utiliza un reluciente vestido rojo, que cubre con una capa dorada, cuando sale al encuentro de Armando, quien le robó el corazón. Sin embargo, al aumentar la tensión y aproximarse la tragedia, su indumentaria se tiñe de negro.
Mezcla de sentimientos
Más allá de esta cuidada estética, en La Dama de las Camelias el hilo conductor es el amor, comenta Bautista. En la adaptación, expone, veló por conservar el romanticismo de la época, aunque también se manifiesta la ambición, la traición y las necesidades del ser humano.
La trama, que muestra que no siempre se logra lo que se anhela, cautivó a Monsanto desde la primera lectura: “Es una historia generosa, que provocó imágenes en mí, hasta transportarme a un escenario sentimental. La obra tiene un carácter tan romántico que deslumbra a quien la conoce”.