Benvenuto Chavajay y Marilyn Boror presentan esta muestra conjunta en el NuMu.
Con Doroteo Castillo Novella, los creadores Benvenuto Chavajay y Marilyn Boror Bor buscan evidenciar una de las estrategias que algunos indígenas han adoptado ante el racismo: cambiar sus nombres y apellidos. Bajo la curaduría de Stefan Benchoam, los autores unen sus investigaciones individuales y las transforman en arte contemporáneo y en una exposición que puede visitarse hasta el 5 de febrero, en el NuMu, diagonal 6,
15-80, zona 10. La entrada es libre.
Fin de un ciclo
En 2012, Benvenuto Chavajay tatuó sobre su espalda la imagen de la cédula de vecindad del atleta Doroteo Guamuch Flores, para demostrar el origen maya y la identidad del guatemalteco al que los medios llamaron Mateo Flores.
Ese fue solo el inicio de una serie de acciones artísticas que dieron como resultado que el Congreso de la República aprobara el Decreto 42-2016 en el que se daba su verdadero nombre al Estadio Nacional, a una calzada y a un puente, bautizados en honor del corredor.
Para Chavajay, sin embargo, este proceso concluyó este sábado cuando, durante la inauguración de la muestra,sumó a su dorso la resolución emitida por los legisladores. En el catálogo, el artista originario de San Pedro la Laguna, Sololá, presenta una colección fotográfica de las distintas fases de esta obra.
Un proceso diferente
Chavajay veló por regresar al acervo histórico el nombre y raíces indígenas de Guamuch Flores, mas el trabajo de Marilyn Boror Bor consistió en cambiar legalmente sus apellidos por los de Castillo Novella. La artista afirma que con esto intentó vivir el proceso de las personas que pertenecen a pueblos originarios, pero que modifican su identidad por una mestiza, ladina o extranjera.
Aunque continúa usando los apellidos de sus padres, Boror asegura que esta decisión funciona como testimonial para su investigación. Solamente así, dice la creadora nacida en San Juan Sacatepéquez, obtuvo el derecho de hablar “claramente” de acciones que suelen pasar desapercibidas.
Reivindicación cultural
Chavajay indica que la exhibiciónevidencia que las “diferencias raciales” aún existen, además de desempolvar y activar la historia mediante el arte y la cultura. “El NuMU alberga nuestra posición autóctona, nuestro papel en la sociedad y la esencia de que existimos y estamos presentes sin importar un nombre específico”, apunta. Mientras que Boror argumenta que, para crear y pensar en una historia diferente, lo primordial es que los pueblos mayas reconozcan sus raíces.