Esta bebida tradicional de la temporada tiene distintas versiones en nuestro país.
En la Navidad guatemalteca abunda el color, pero, sobre todo, el sabor. Esta temporada, los encargados de poner el gusto tradicional sobre la mesa son los tamales y el ponche de frutas.
Dulce y caliente, esta bebida, que viene muy bien para las bajas temperaturas, anuncia el fin de año, mientras regala un sorbo de satisfacción culinaria, espiritual y cultural.
Mestiza
Aunque sus orígenes se remontan a la época colonial, el ponche de frutas tiene un lugar distintivo en los festejos tradicionales de fin de año. El historiador Miguel Álvarez, Cronista de la Ciudad, asegura que esta receta se prepara para las Posadas y la Nochebuena, pero también es común servirla desde principios de diciembre, hasta el 2 de febrero, cuando se celebra la fiesta de La Candelaria y el fin del período navideño.
El ponche, de acuerdo con Álvarez, es una bebida mestiza que, a pesar de su origen europeo, mezcla frutos asiáticos y americanos. En su forma original, añade, la receta demanda picar la fruta fresca antes de llevarla a la olla para su cocimiento, mas en la actualidad la fruta deshidratada ha cobrado auge por su facilidad de preparación.
Variedades
En el Libro de cocina tradicional guatemalteca, Luis Villar Anléu expone que en el occidente de Guatemala esta bebida se prepara bajo el nombre de caliente de piña, pues toma como base este fruto tropical. Aunque también se acostumbra a agregar ciruelas pasas, pasas, plátano, manzana, y canela y azúcar para endulzarla.
No existe una única receta para el ponche guatemalteco, apunta Villar Anléu en su título. Por ejemplo, algunos le añaden la cáscara de la piña y otros evitan el plátano, mientras que en la gastronomía caribeña el coco es indispensable.
“En Panajachel, Chichicastenango y otros pueblos occidentales le ponen manzanillas, que le dan gusto y aroma muy especiales”, cita el autor.
Permanencia
Sus siglos de permanencia en la tradición local lo convierten en “una de las bebidas propias de la época”, menciona Álvarez. A esto suma un elemento espiritual, pues se sirve durante las Posadas y reuniones que recuerdan el nacimiento de Jesús. “Para muchas personas es el símbolo de la Navidad. Incluso, hay quienes dicen ‘es mi primer ponche de la temporada’, antes de comenzar las celebraciones”, concluye.
¿Con piquete?
Para Miguel Álvarez, existen dos maneras de servir el ponche de frutas guatemalteco: “sin y con piquete”; es decir, agregándole una pequeña cantidad de licor.
