Las escuelas tipo federación, una herencia del gobierno revolucionario de Juan José Arévalo, fueron construidas entre 1946 y 1950. Ubicados en áreas urbanas y rurales del país, estos establecimientos representaron un modelo innovador en la educación, pero también un hogar para el arte. Su diseño arquitectónico, rectangular, circular, cuadrante, hemiciclo o combinado fue, en sí, reformador, al igual que los murales y esculturas que retratan la cultura prehispánica e hispánica.
Elementos
El historiador Fernando Urquizú opina que las escuelas tipo federación fueron creadas para reproducir el sistema de ideas de un estado independiente. Aunque, además, se convirtieron en testigos de un arte organizado. Uno de los elementos clave, añade, fueron sus patios centrales, que fungían como auditorios para actos académicos, entonación de himnos y la pronunciación de la Jura a la Bandera.
El modelo
El piloto de este proyecto, comenta Urquizú, fue la Escuela Tipo Federación José Joaquín Palma (bulevar Liberación 13-19, Pamplona, zona 12). En su ingreso, se aprecia un relieve del escudo de armas de Guatemala, una característica que se repite en el resto de establecimientos. Destaca también en este espacio Los cinco caciques centroamericanos, una obra del reconocido escultor Rodolfo Galeotti Torres, que plasma el respaldo del ejército a la Revolución desde un sentido prehispánico.
En estos relieves, elaborados con la técnica de cemento moldeado, estos centros educativos reflejan dos culturas: prehispánica e hispánica. Así se observan esculturas de personajes como Pedro de Alvarado o Fray Bartolomé de las Casas, este última en la Escuela Tipo Federación Francisco Javier Arana (Santa Elena Barillas). “Estas escenas se enfrentan desde las esquinas de los recintos, para que el espectador tenga un encuentro didáctico con ambos mundos de la historia nacional,” apunta Urquizú.
Autores
Estos edificios se transformaron en galerías que aún hoy resguardan obras de distintos creadores. Por ejemplo, el pintor Juan Antonio Franco desarrolló piezas para escuelas como la de Villa Nueva y Mixco, en donde firmó La maestra en función de su misión.
En la escultura, Galeotti Torres concibió, además de las de Pamplona, obras en Jalapa y Escuintla. De acuerdo con el estudio de Lisbeth Gill y Édgar de León ( Facultad de Arquitectura de la Universidad de San Carlos), el guatemalteco también realizó escudos en alto relieve en Taxisco, Mixco, Villa Nueva y Santa Elena Barrillas.