Como todo el mundo, El cadejo, La llorona, Maximón y otros personajes de leyenda tienen un pasado. Esta parte de su historia se manifiesta con toques folclóricos mexicanos y centroamericanos en la pieza teatral El hechizo de la Tatuana. Apoyada en coreografías y música en vivo, esta adaptación libre, de María Méndez y dirigida por Roberto Arana, sube a escena por una corta temporada, todos los jueves de hoy al 1 de noviembre a las 20:00, en Casa Celeste, 6a. avenida A 10-51, zona 1. Admisión Q50.
Más vivos que nunca
El deseo de mantener vigentes esos relatos que han trascendido generaciones llevó a María Méndez por una investigación llena de folclor y tradición. Así, El hechizo de la Tatuana no solo reúne a las grandes leyendas de Guatemala y sus alrededores, sino que las complementa con curiosidades que “pocas veces son mostradas”, asegura la actriz.
No se asuste
Aunque lo suyo es asustar, en este espectáculo los personajes no estarán solo para aterrorizar, sino también para transportar al público hasta sus orígenes. “Es interesante exponer su historia humana e ir más allá de lo que nos contaron nuestros abuelos”, destaca Méndez. Cada escena, agrega, es un viaje en el tiempo, hasta descubrir quiénes eran estas figuras antes de convertirse en mitos.
Nueva perspectiva
Para reforzar la creación del libreto, Méndez indagó en aspectos documentales. Fue así que encontró lo que califica como “conexiones extrañas”. Entre estas, el nombre del hijo de la Siguanaba salvadoreña, Cipitío, conocido en Guatemala como el Sombrerón o Tzitzimite. La adaptación, además, profundiza en interrogantes, como la raíz de la pena de La llorona o el destino de la enamorada del Sombrerón.
Producido por el colectivo Los Cuentos de Evans, este montaje pretende crear una cultura teatral en los espectadores. “La propuesta se ha trabajado durante dos años en temporada escolar, con el fin de educar a los alumnos mediante la estética. Ahora esperamos que el público en general vea las leyendas desde otra perspectiva”, concluye Méndez.