Aunque nació en EE.UU., la pintora y escultora Jamie Bischof radica en Guatemala desde hace no menos de 50 años, un hecho que definitivamente ha influenciado su obra. En su XV edición, la exposición y venta de arte contemporáneo Del Arte al Niño, organizada por la Fundación para la Superación Integral de menores con Lesión Cerebral (Funsilec), rinde homenaje a la creadora. La celebración será el jueves a las 18:00 en el Lobby de las Torres I, II y II de Zona Pradera. Entrada libre.
Honor y motivación
Por su “honradez y singularidad”, la muestra Del Arte al Niño, de Funsilec, reconoce a Jamie Bischof. En su hogar y centro de creación, la artista recibe al Diario de Centro América y admite que ser la homenajeada de esta edición representa un enorme honor. “Es muy gratificante, ya que desde hace 8 años soy parte de la exposición. Con cada pieza me siento motivada, sobre todo, porque con ellas se brinda apoyo a los menores con lesión cerebral”, resalta.
Arte como estilo de vida
El homenaje es la ocasión perfecta para que Bischof recuerde a la niña que, con solo cuatro años, y movida por su gusto por la pintura y los trazos, decidió ser artista. Esa misma, tiempo después estudió arte en la Universidad Estatal de San José, California (EE. UU.), mientras realizaba trabajos freelance en talleres de dibujo y agencias de publicidad.
Aunque, luego de una tragedia familiar, se vio alejada de su pasión durante dos décadas, Jamie expresa: “El arte domina mi vida, es y ha sido todo. Voy al estudio y, si no me llaman, no salgo en todo el día”. Agrega que al estar en su taller no siente otra necesidad que disfrutar del placer que le dan las creaciones. Lo demás desaparece, dice, y se transporta a un espacio en que el tiempo no transcurre.
Encuentrocon los grandes
Luego de 10 años de vivir en una finca de la Costa Sur guatemalteca, Bischof se trasladó a la ciudad capital, a finales de 1960. Eso la impulsó a retomar la plástica bajo la influencia de artistas como Daniel Schafer, Margarita Azurdia, Zipacná de León, Marco Augusto Quiroa y Luis Díaz. Sin embargo, confiesa, es el arte maya, las costumbres, los colores y las curvas y líneas tan precisas de los mayas los que afectan directamente sus piezas. “La geometría existe en todo”, apunta.
Receptora visual
Más que considerarse una artista conceptual, Jamie se describe como una receptora del arte visual, que está abierta a experimentar. Cada paso dicta el siguiente, asegura, por lo que los bocetos pueden sufrir modificaciones: “Hay momentos en los que empiezo la pieza, pero al finalizarla me impresionan más los huesos, su estructura, y me interno en su descomposición”.