Tras provocar la euforria con éxitos como I Gotta Feeling o Let’s Get It Started, el grupo The Black Eyed Peas reconoció que ya no buscan crear temas que se conviertan en grandes éxitos, sino hacer “música para el alma”.
“Creo que hicimos un buen trabajo haciendo piezas para las masas, algo verdaderamente bueno, pero ahora estamos siendo un poco egoístas”, dijo Will.i.am en una conferencia que el grupo celebró en Ciudad de México, donde hoy ofrecerá su concierto en el Pepsi Center.
El grupo, que volvió a ser un trío, como en sus orígenes, después de la salida de Fergie (voz), aseguró que nunca buscaron la fama, sino agarrar elementos de la música underground y hacerlos populares.
Y, aunque, la música que hacen ahora es “para nuestra alma, intentamos hacerla para nuestros corazones”, remarcó Will.i.am.
“Sabemos hacer música de fiesta. Pero también la que sigue la línea de Where is the love?“, agregó su compañero Taboo, quien opinó que canciones como esta última tienen “un mensaje detrás”.
The Black Eyed Peas, que recientemente lanzaron los sencillos Ring the alarm y Get it, con una fuerte carga social, piensan continuar en esta línea: “A lo mejor no todo el mundo lo entiende, pero no pasa nada”, dijo Taboo.
Panorama musical
Interrogados acerca de cómo ven su pervivencia en una industria dominada actualmente por los ritmos urbanos, Will.i.am dijo que “antes era más difícil tener presencia, porque el panorama musical era más diverso”.
En la década de los años 90, cuando el grupo arrancó, y a principios de los años 2000, recuerdan que, en la radio había muchos estilos de música, y con el paso de los años tomó fuerza el underground.
“Ahora no tienes tanta diversidad, tienes el mismo estilo de música, porque el algoritmo es algo tan sofisticado que le dice al artista qué debe copiar y seguir”, argumentó el cantante.
La diferencia es que ahora compiten con todo el mundo, porque los artistas tienen más fácil hacerse conocidos gracias a internet, mientras antes se competía con la diversidad en la industria de la música.
*EFE