El 16 de junio, el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias (CCMAA) arribará a su 40 aniversario y lo celebrará, como desde hace 14 ediciones, con el Festival de Junio. Durante un mes, ese templo de la cultura, creado por el maestro Efraín Recinos, exalta diversas manifestaciones artísticas. Acerca de las actividades programadas para esta fiesta y sus proyectos, conversamos con Roxana Ávila, directora del recinto.
La XIV edición del Festival de Junio llega unida al 40 aniversario del CCMMA. ¿Cómo se reflejará en la agenda?
Cada espectáculo es especial, pues se trata de presentaciones únicas en las que la audiencia, además, tiene la posibilidad de compartir con productores y artistas. Otra de las actividades destacadas será la cena de gala del viernes 15, en la cual se galardonará a 7 personas que han contribuido al mantenimiento del recinto. El cierre del festival también será distinto en esta ocasión.
¿Está contemplado el uso de las plazas y espacios al aire libre?
Sí, aunque las expresiones artísticas que en esos sitios se desarrollen no necesariamente están en la agenda del Festival de Junio. Es decir, son actividades destinadas a hacer más llamativo el festejo, como lecturas de poesía, cuentacuentos, pintacaritas, mimos y estatuas humanas.
¿Cuál es la programación destacada en los escenarios principales?
En la Sala Efraín Recinos habrá presentaciones del Ballet Nacional de Guatemala, la Orquesta Sinfónica Nacional, la Trova Sinfónica y la Banda Sinfónica Marcial. Asimismo, puestas en escena de distintas compañías y actividades con la colaboración de las embajadas de Japón e Italia.
Además del Festival de Junio, ¿qué proyectos tiene para el CCMAA?
Desde el momento en que tomé posesión puse en funcionamiento una serie de cambios encaminados a enriquecer el ornato del centro cultural, y actualmente trabajamos en la jardinización. Asimismo, estamos agilizando las gestiones para darle continuidad al mejoramiento del equipo de iluminación y sonido en las salas. A futuro también necesitaremos una cubierta para que el Teatro al Aire Libre sea usado en invierno.
Anteriormente, el sitio recibió vertientes culturales poco convencionales, como la moda. ¿Piensa continuar con esta accesibilidad?
Sí, pero hay que tomar en cuenta que al tratarse de patrimonio histórico y cultural deben cumplir con ciertos requisitos. Sin embargo, me comprometo a presentar una lista de permisos para tener facilidad de ejecución.
¿Qué representa para usted ser la directora del CCMAA?
Es un honor y un reto que he tomado con mucha alegría y entusiasmo, pues he visto personas entregadas al recinto. Gente que, más que buscar una compensación económica, está aquí porque ama el centro cultural.
¿Cuál será su mayor reto?
Tener capacidad para ejecutar cambios de fondo. Aunque hay mentalidades anquilosadas, yo vengo con la intención de transformarlas e inculcar en los colaboradores el deseo de mejorar. Quiero mostrarles que las cosas no deben permanecer siempre igual y que es necesario avanzar.
Su nombramiento trajo algunas oposiciones. ¿Cómo las enfrentó?
Este fue un movimiento que no tuvo mucho sentido, pues sabemos que todos los servidores públicos estamos de paso. Incluso, al día siguiente de mi nombramiento me reuní con distintos artistas que se manifestaron, algunos de ellos amigos míos. Al final se dieron cuenta de que aquí tienen las puertas abiertas para su arte.