Después de haber interrumpido su concierto el sábado por problemas de audio, el cantante Luis Miguel les cumplió la noche del lunes a sus seguidores, que asistieron ahora a la explanada María Bonita del Fórum Mundo Imperial de Acapulco a escuchar algunos de sus éxitos.
El artista salió al escenario luciendo un traje negro para deleitar a no menos de 7 mil personas, menos público que la fecha anterior, en que reunió alrededor de 10 mil, interpretando una serie de popurrís con canciones como Fría como el viento, Tengo todo excepto a ti y Entrégate.
Tres pantallas en el escenario dieron cuenta de su interacción con el público, que no dejó de corear sus canciones ignorando el hecho de que el sábado, apenas siete melodías después de haber iniciado el concierto, Luis Miguel interrumpió su presentación.
Así, lo siguieron en temas como Hoy el aire huele a ti, Más, Sintiéndote lejos y Hasta que me olvides.
Con el tema Te necesito, el cantante mexicano regaló algunas rosas blancas a la gente, lo cual emocionó aún más a los asistentes; sin embargo, el momento más emotivo fue cuando le acercaron un bebé y lo besó, arrancando algunos suspiros de sus fanes.
Y para estar más cómodo se quitó el saco y se quedó con chaleco negro y camisa blanca, para cantar los boleros Tú y yo, La Barca y Contigo a la distancia, entre otros.
Pasadas las 23:00, hora local (5:00 GMT del martes), llegó el mariachi y otro cambio de ropa, ahora con saco blanco, para interpretar su nuevo disco, México por siempre, del que se escucharon La fiesta del mariachi y Llamarada, acompañadas con imágenes de la bandera de México y algunos sitios arqueológicos, que se proyectaron en las pantallas.
Siguió La Bikina, en la que no alcanzó el tono e incluso dejó que mejor el público le ayudara a corearla. Ya en la parte final llegaron temas de antaño como No me puedes dejar así, Palabra de honor y La incondicional, de las más coreadas de la noche.
Un popurrí que incluyó Yo que no vivo sin ti, Decídete, Ahora te puedes marchar, La chica del bikini azul e Isabel siguió con el espectáculo.
Y desde luego no podía faltar Cuando calienta el sol, y fue ahí donde expresó Vamos, vamos, vamos aquí en Acapulco, y comenzó a despedirse con un “gracias, Acapulco, gracias por su comprensión; los amo”, al filo de la medianoche.
*EFE