La ciencia
La antropóloga Lina Barrios comenta que el Códice Dresde, exhibido en Alemania, es la mayor prueba de la importancia de las vestiduras mayas masculinas. Este registra 12 textiles y 10 accesorios, que incluyen materiales como el algodón, plumas y pieles de animales, además de piedras preciosas. De estos elementos, en la indumentaria solo conserva 11.
No fue importado
Isabel Sisimit explica que siempre ha existido un mito acerca de uno de los accesorios clave en la indumentaria maya masculina: el sombrero. Aunque se dice que este fue importado por los españoles, el coleccionista asegura que estos ya existían en una versión hecha de paja. “El estilo tuvo variaciones y sus diseños no eran tan elaborados como ahora”, expresa.
Historias de color
Si hay algo que distingue la indumentaria maya masculina es que se mantiene en constante evolución. Una de ellas tiene que ver, según Sisimit, con los colores que la identifican. Por ejemplo, ahora domina el blanco y el café, mientras que en el pasado resaltaba el rojo. “Diversos pastores evangélicos malinterpretaron ese tono, que en la cultura maya simboliza fuerza, y aseguraron que se relacionaba con el diablo”, indica Barrios.
Elementos vivos
En la actualidad los trajes femeninos son los que mayor atención reciben. Esto, plantea Barrios, se debe a que son mucho más llamativos en sus colores y accesorios. Sin embargo, la versión masculina, a pesar del tiempo, ha mantenido vivos elementos igual de importantes, como el Su’t (servilleta corta), Xial (chaqueta), Saqaw (pantalón) y el Pas (faja).
Tres esenciales
Los diseños y tonalidades de cada traje están definidos por la región a la que pertenecen. Mas, existen tres atuendos indispensables para el varón maya: el de uso diario, portado por niños, adultos y ancianos en cualquier época del año; el ceremonial, utilizado en reuniones culturales, religiosas y políticas; y el de fiesta, normalmente lucido en bodas.