La magia cinematográfica en Panamá se ha disparado en los recientes años, con un número creciente de nuevos cineastas y películas locales que quieren mostrar al mundo sus producciones.
“La industria del cine se empieza a desarrollar con paso firme y con entusiasmo donde vemos a muchos cineastas nuevos”, afirmó el director Ricardo Aguilar, quien prepara su próxima obra, Panamá All Brown. “No solo queremos desarrollar un cine que lo vean los panameños, también queremos que lo pueda ver todo el mundo”, añadió.
En los pasados 3 años se han presentado en salas de cine 24 películas y documentales panameños que han participado además en distintos festivales internacionales. En ese mismo período en Panamá se han filmado 175 producciones extranjeras de 15 países que han generado 19 millones de dólares (Q136 millones 534 mil).
Panamá ha logrado atraer producciones cinematográficas con actores como Robert De Niro, Benicio del Toro, Edgar Ramírez y Dwayne Jhonson, la Roca, quienes han participado en rodajes en el país.
Un cambio notable cuando en la primera década de este siglo el país solo había sido escenario de 2 filmes foráneos: El sastre de Panamá (2001), con Pierce Brosnan, y Quantum of Solace (2008), con Daniel Craig.
Después de estar 16 años en el extranjero, la directora Sol Moreno regresó hace 2 años para encontrar una nueva realidad en el mundo del cine de su país. “Cuando yo vivía aquí no había nada y ahora que regresé veo que Panamá está como en su edad de oro”, dijo Moreno, quien espera empezar a rodar Diablo rojo.
Viento en popa
Películas como Kimura, Donaire y explendor, Más que hermanos, Invasión, Chance o Salsipuedes triunfaron en la gran pantalla, mientras directores como Ricardo Aguilar, Ana Endara, Abner Benaim, Arianne Benedetti o Pituka Ortega luchan por abrirse un espacio en un mundo dominado por Hollywood.
El año pasado se estrenaron 5 producciones locales en el Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF), un récord en los 5 años del certamen.
“Hay mucho emprendimiento, estamos saliendo del hueco. La industria cinematográfica se había mantenido un poco calmada pero este año ha sido como un boom con producciones panameñas. Vamos viento en popa”, dijo a la AFP Essie Mastellari, directora general de Cine del Ministerio de Comercio e Industrias (Mici).
Esta dependencia destina 10 por ciento de su presupuesto, equivalente a unos 3 millones de dólares, para subvencionar la producción cinematográfica y su divulgación internacional.
Durante este año, 72 proyectos cinematográficos concursaron para conseguir una de las 12 subvenciones que otorga el Mici a través de su Fondo de Cine, de unos 2,2 millones de dólares (Q14 millones 372 mil) anuales.
El Gobierno cuenta con estudios que destacan el aporte del cine a la economía del país. “Nosotros hicimos un estudio con una organización internacional donde vimos que muy cerca del 6 por ciento del PIB está ocupado por lo que llaman la economía naranja, eso incluye el cine”, indicó de su lado el ministro de Comercio e Industrias, Augusto Arosemena.
Sin embargo, los cineastas argumentan que trabajan con presupuestos modestos, no tienen grandes apoyos de la empresa privada y llegar a la gran pantalla es una odisea por la falta de distribuidoras que apuesten por el cine latinoamericano.
“El cine de México, Argentina y Colombia tiene muchísimos más años de trayectoria y manejan presupuestos muy diferentes a los de Panamá, pero aún así competimos con muy buenos guiones e historias”, dijo a la AFP el productor Luis Pacheco.
“Somos un país de cuatro millones y para nosotros el cine jamás podrá ser autosostenible como lo puede ser en otros países con mayor cantidad de habitantes”, considera la cineasta Arianne Benedetti.
*AFP