Kenneth Branagh se sumó ayer al selecto grupo de estrellas que han inmortalizado sus huellas en el cemento del Teatro Chino de Hollywood.
El actor y director es considerado uno de los talentos británicos más destacados de su generación, con 5 nominaciones al Óscar, todas en diferentes categorías, y otras 5 en los Globos de Oro, aunque hasta ahora no se llevó ninguna de las codiciadas estatuillas.
“Es muy, muy emocionante”, dijo el norirlandés de 56 años a la AFP después de plantar sus pies desnudos en el cemento de Hollywood durante una ceremonia que antecedió el estreno de su próxima película, Asesinato en el Expreso de Oriente, que protagoniza y dirige.
“Cuando vienes de niño y caminaste estas calles, viste los nombres y las huellas, no te imaginas que serás parte de esto; es una una emoción muy grande”.
Kenneth Charles Branagh nació el 10 de diciembre de 1960 en el seno de una familia protestante en Belfast, Irlanda del Norte. Cuando tenía nueve años se mudaron al oeste de Londres para huir de la agitación sectaria que en ese momento se apoderaba de la ciudad.
Se formó en la Academia Real de Artes Dramáticas y fue aclamado por sus primeros papeles, incluido el de Henry V por la real compañía Shakespeare en 1984.
Estuvo casado con Emma Thompson, su coestrella en varios filmes, entre 1989 y 1995, cuando inició una relación con la también actriz Helena Bonham Carter. En 2003 se casó con la directora de arte Lindsay Brunnock.
Branagh describió su más reciente producción, la décima sexta película que dirige, como una aventura que “tiene una alcance diferente”.
“Te lleva a la estación de tren, te presenta a un montón de personajes interesantísimos, que son interpretados maravillosamente por grandes actores, y creo que la gente queda lista para ese momento escapista”, concluye.
*AFP