El teatro Microsoft de Los Ángeles albergó, anoche, a la realeza de la televisión estadounidense en la 68a. edición de los premios Emmy. Con las 3 estatuillas obtenidas durante la gala, Game of thrones batió el récord de Frasier como la serie más galardonada en la historia de la premiación.
Los reyes del drama
Por si a alguien le quedaba duda, Game of thrones se consolidó como la ficción del momento, al llevarse el emmy a la mejor serie dramática. Galardones también en las categorías de dirección y guion, pero no en las de actor y actriz de reparto. En total, el drama fantástico alcanzó 38 estatuillas y se puso por delante de Frasier (37), como el show más premiado en la historia de la gala.
En cuanto a las interpretaciones dramáticas, el debutante Rami Malek (Mr. Robot) se hizo con el premio al mejor actor. El estadounidense de origen egipcio superó así a dos de los favoritos de la categoría: Kevin Spacey (House of cards) y Bob Odenkirk (Better call Saul). En su segunda nominación consecutiva por Orphan black, Tatiana Maslany ganó su primer emmy a mejor actriz y dejó con las manos vacías a Robin Wright.
Comedia sin sorpresas
La sátira política Veep (HBO) partía como favorita entre los shows de comedia. No defraudó y sumó a sus vitrinas la estatuilla de mejor serie. Al igual que su estrella, Julia Louis-Dreyfus, quien consiguió el galardón a la mejor actriz protagonista. Con la voz quebrada, la intérprete dedicó el octavo emmy de su carrera a su padre, William Louis-Dreyfus, fallecido el viernes. Los pronósticos se cumplieron y el premio al mejor actor fue para Jeffrey Tambor, el protagonista de la serie de Amazon: Transparent.
Crimen hecho miniserie
The people v. O.J. Simpson: American crime story apuntaba alto. Finalmente, la revelación de la temporada consiguió 5 emmys. Entre ellos, el de mejor miniserie.
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