El pasado 3 de noviembre varias instituciones encargadas de la protección de los recursos naturales emprendieron la “Estrategia Nacional para la Conservación del Pinabete”, avanzada que busca menguar la comercialización ilegal de productos y subproductos derivados de esta conífera.
Pero, ¿por qué hacer tanto énfasis en cuidar esta especie?
El Abies guatemalensis, más conocido como pinabete, es una de las especies forestales endémicas de Guatemala; uno de los árboles naturales que habita en las áreas más boscosas del país.
Actualmente se contabilizan 604 plantaciones de este tipo; es decir, un estimado de 295 hectáreas, además de 20 viveros con un promedio de 110 mil plantas y 15 en maseta.
Este hermoso árbol solo germina en las áreas más lluviosas y heladas, a unos 2 mil 400 y 3 mil 400 metros sobre el nivel mar, donde la temperatura puede oscilar entre los 11 y 15 grados centígrados.
De igual forma, de este solo brotan semillas cada dos años y no más del 12 por ciento alcanza su madurez.
Según estudios, es en esta época en la que la referida especie semilla y florece, por lo cual cortar las ramillas tiene efectos negativos en su reproducción.
Por consiguiente, el Consejo Nacional de Áreas Protegidas, el Instituto Nacional de Bosques, la División de Protección a la Naturaleza (Diprona) de la Policía Nacional Civil (PNC) y diversas comunidades de Quetzaltenango, Totonicapán, Chimaltenango, Huehuetenango, Alta Verapaz y Sololá se unen a la Estrategia Nacional para la Conservación del Pinabete.
El apoyo de las comunidades ha sido fundamental para la restauración de las áreas donde esta planta germina.
Ellos “fertilizan, tratan las enfermedades y podan estas plantas”, lo que permite que se desarrollen satisfactoriamente, explicaron las autoridades sobre el trabajo de los lugareños.
Solo en el departamento de Totonicapán, las instituciones contabilizan 32 hectáreas con estas plantaciones en producción y 92 hectáreas en diferentes fases de producción, la mayoría impulsadas con incentivos forestales.
Así, los pobladores se unen para evitar que estos árboles se extingan.
Esta alternativa ha propiciado que las instituciones en materia de conservación y protección, con el apoyo la población guatemalteca, se involucren en la erradicación del contrabando de partes o derivados del pinabete.
Ahora, la población guatemalteca tiene la opción de adquirir este producto, siempre y cuando lleve marchamo, lo cual contribuye a la disminución del trafico ilegal de este.
Durante esta época las instituciones comercializarán 41 mil productos y subproductos derivados de esta conífera.
