El 19 de agosto se celebra el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria.
En pleno 2016, la escala del sufrimiento humano es la más grande de todos los tiempos desde la Segunda Guerra Mundial.
Como resultado de los conflictos y desastres ocurridos, más de 130 millones de personas en el mundo necesitan asistencia humanitaria para sobrevivir.
La conmemoración del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, cada 19 de agosto, continúa con uno de los momentos fundamentales en la historia de la acción humanitaria: La Cumbre Mundial Humanitaria celebrada en mayo en Estambul, Turquía, en la que los líderes de las distintas regiones del mundo hicieron un compromiso colectivo para reducir el sufrimiento y atender mejor a las personas atrapadas en la crisis.
Ante ello, existe una necesidad urgente de hacer valer las promesas hechas en la Cumbre y convertir los compromisos adquiridos en acciones concretas. Este será un esfuerzo global en el cual cada uno, desde el más alto nivel de Gobierno a los ciudadanos comunes y las comunidades afectadas, tendrán un papel esencial que jugar.
El objetivo es abordar cuestiones humanitarias más importantes, incluyendo enfrentar el desplazamiento forzado, la promoción de la igualdad de género, así como la mejora y la ampliación del financiamiento humanitario, fortaleciendo los sistemas nacionales y locales de respuesta, garantizando el cumplimiento de las normas humanitarias y los derechos humanos.
La prensa internacional y los líderes del mundo han centrado principalmente su atención en los movimientos de refugiados y migrantes vulnerables en el Medio Oriente y Europa. Sin embargo, la mayoría de las personas que se han visto obligadas a ser desplazados forzados permanecen dentro de su propio país.
Una de sus principales causas por la cual ocurre este fenómeno es la falta de respeto del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos.
Muchos huyen porque son atacados deliberadamente o por la violencia en sus países de origen. Otros, a menudo miembros de los grupos minoritarios, son discriminados y acosados, obligándolos a buscar refugio en otra zona del país.
El Gobierno tiene la responsabilidad primordial de proteger a los desplazados internos y su bienestar. Las Naciones Unidas apoya el cumplimiento de los derechos humanos y refuerza a los gobiernos locales para que estos sean garantizados a los ciudadanos, para que puedan vivir en un país en paz, con un desarrollo pleno que permita el progreso de la nación.
La ONU y sus socios llaman hoy a la solidaridad mundial con los más de 130 millones de personas que en el mundo necesitan ayuda humanitaria.
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