La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses.
En septiembre, 193 miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas, entre ellos Guatemala, adoptaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, así como los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El segundo de los objetivos, Hambre Cero, tiene como propósito acabar con el hambre, es prioritario para Guatemala, en donde el 46.5 por ciento de los menores de 5 años sufren desnutrición crónica (el 70 por ciento en zonas rurales e indígenas). Alrededor de 795 millones de personas no disponen de alimentos suficientes para llevar una vida saludable y activa. Esto es, 1 de cada 9 personas en la Tierra.
Una buena nutrición en el embarazo y los primeros 2 años de vida es crítica. Ese período es conocido como ventana de oportunidad de los mil días, esencial para prevenir el retraso infantil.
Por ejemplo, la Organización de Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva en los primeros 6 meses e introducir gradualmente alimentos nutritivos complementarios al sexto mes, continuando la lactancia hasta los 2 años o más.
En ocasiones esta se interrumpe y las familias rurales se ven forzadas a basar su dieta en el maíz, sin consumo de frutas, vegetales ni alimentos de origen animal, lo que genera deficiencias adicionales en los más pequeños.
La falta de agua y saneamiento afectan la limpieza de los alimentos, causando enfermedades que agravan la desnutrición. Esto se suma al alto costo de la canasta básica y evidencia la necesidad de extender los programas sociales que mejoren la situación, si queremos alcanzar el Hambre Cero.
La buena noticia es que existen herramientas para mejorar la calidad de la alimentación complementaria, la selección de la más adecuada deberá hacerse a partir de un análisis de las brechas de nutrientes en la población más vulnerable, entre ellas: educación para el cambio de comportamiento nutricional; acceso a alimentos complementarios fortificados y micronutrientes en polvo para niños de 6 a 24 meses; transferencias de efectivo y huertos familiares o comunitarios que están ayudando a muchas personas a alimentarse mejor.
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