Los cambios estructurales en la administración pública pueden promoverse.
Es importante reconocer que gracias a la profesionalización del servicio público se logra que el Estado, por medio de su aparato público, realice las funciones que no le son propias, no de una manera improvisada, inconsistente, cambiante y discontinua.
Se trata de que realicen utilizando la experiencia y formación profesional de aquellas personas consideradas como las más adecuadas, más idóneas en cada uno de los puestos encargados, de llevar a cabo decisiones y políticas conducentes a la prestación de los servicios que el Estado proporciona a su comunidad.
Los cambios estructurales en la administración pública pueden promoverse tomando en consideración los recursos humanos con que cuenta el
Gobierno, pues en ellos reside el mayor potencial.
Así la profesionalización de los servidores públicos permite dar continuidad a los programas de
trabajo y facilita la capacitación; elementos indispensables para el mejor desarrollo y adaptación a cambios estructurales y tecnológicos.
Este principio debería estar en la gestión de recursos humanos de la administración pública, es decir, en la utilización inteligente por parte de esta, de las asignaciones en los cargos públicos, de esta forma que se mejore a través de la experiencia de los servidores públicos, al realizar diversas funciones cada vez más difíciles, siendo la manera de hacerlos más aptos para ejercer funciones más difíciles o de más alto nivel.
Gracias a la profesionalización es posible introducir una cultura de servicio público, o sea, una cultura de neutralidad, de profesionalización, pero exige mucho tiempo y esfuerzo inclusive involucra
generalidades de servidores públicos.
Toda vez que la profesionalización sea cada vez más escasa, la profesionalización de los servidores públicos,
menos probabilidades hay que la sociedad mejore y más lejano estará el desarrollo sustentable.
Quizá la causa por la que no se ha logrado a plenitud el servicio civil, ha sido la característica particular de nuestro sistema político, el cual, de una manera u otra, se basa fundamentalmente en el continuo
movimiento de grupos.
Con una total flexibilidad para que estos puedan cambiar en un momento determinado, tanto a los funcionarios como a las políticas del gobierno anterior.
En los últimos años de desvió de recursos, en los cuales la razón más reiterativa es la falta de profesionalización en el manejo de recursos y la falta de profesionalización en los servidores encargados de ejercer el gasto público.