“¡Me cambió la vida! Uniones, embarazos y vulneraciones de derechos en adolescentes” es el nombre de un informe que se publicó hoy en Guatemala con el fin de dar visibilidad a las víctimas de este flagelo y de concienciar a la población para acabar con esta lacra.
Así lo explicó a Acan-Efe horas antes de su presentación la presidenta de la Comisión de Mujer del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG), Miriam Domínguez, una de las entidades que participó en la elaboración de este documento.
De las mil 700 mujeres en edad fértil evaluadas durante junio y julio de 2015, mil 597 reconocieron haberse quedado embarazadas antes de cumplir la mayoría de edad, y la mayoría de los casos, un 22.2 %, es decir, 354, se dan en el suroccidente del país, seguido del noroccidente, con 279 (un 17 %) y el área metropolitana, con 228 (un 14.3).
Los resultados son “desgarradores” y evidencian no solo unas cifras elevadas de una problemática que aún está muy presente en el país, sino también las consecuencias que tiene un embarazo en personas menores de 18 años.
Una mujer Kaqchikel de 18 años, originaria del área urbana de Sacatepéquez, narra como a los 14, tan solo un año después de tener pareja, se quedó embarazada, motivo por el que decidieron casarse.
“Tenía tres meses de estudiar enfermería (…)”, recuerda la joven en el documento. Este caso se parece al de otra mujer de 21 años que también se quedó en estado de gestación cuando tenía 17.
“Tenía 17 cuando me quedé embarazada, éramos novios nada más. Sí, nos casamos, un casamiento civil y cristiano también. La unión fue a causa del embarazo”, comenta la joven, y el testimonio de otra añade: “Nunca me hubiera casado, me arrepiento”.
La investigación fue realizada por un equipo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y fue financiada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el objetivo, dijo Domínguez, es poner fin a una problemática “enraizada” en Guatemala, a pesar de que en 2015 se aprobó un decreto que prohíbe la unión matrimonial entre personas menores de 18 años.
Según las estadísticas oficiales, en los últimos 5 años se registraron más de 80 mil matrimonios de niños con menos de 18 años en Guatemala, de ellos, 4 mil 983 involucraban niñas de 10 a 14 años.
Los departamentos con el índice más alto de matrimonios a edad temprana son Guatemala, Alta Verapaz y Huehuetenango.
Para contribuir al fin de este problema, el Congreso de Guatemala aprobó en 2015 una modificación de la normativa del código civil que implica elevar de 14 a 18 años la edad mínima para contraer matrimonio, pues hasta ese momento el código civil establecía que las niñas de 14 años y los varones de 16 eran aptos para contraer matrimonio.
Además, agregó la abogada, también hay que sensibilizar a los profesionales del derecho, pues deben ser “entes multiplicadores” y “agentes de cambio”, al igual que las familias, que no deben justificar con la “cultura” esta situación: “Hay que desnaturalizar esa concepción cultural”.
* ACAN-EFE
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