”Apura el paso. Gánale a la Diabetes“.
El Día Mundial de la Salud se celebra el 7 de abril de cada año, en conmemoración del aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948. Todos los años se elige un tema relacionado con una área prioritaria de la salud pública.
El tema central para 2016 es la diabetes, esta epidemia está aumentando rápidamente en muchos países y de manera extraordinaria en los países de ingresos bajos y medianos.
La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no es capaz de producir suficiente insulina, o cuando el cuerpo no puede utilizar eficazmente la insulina que produce.
La insulina, es la hormona encargada de regular el azúcar en la sangre, nos aporta la energía necesaria para vivir. Si no puede llegar a las células para convertirse en energía, el azúcar se acumula en la sangre hasta alcanzar niveles perjudiciales.
Se estima que en 2014 había alrededor de 62 millones de personas con diabetes en la región de las Américas, lo que supone, que uno de cada 12 habitantes sufre de diabetes. Además, los registros indican que cada 6 segundos muere una persona por diabetes en el mundo.
La Federación Internacional de la Diabetes también reveló en su atlas mundial, que más de dos millones de centroamericanos padecen esta enfermedad. En promedio, el 24 por ciento de los casos en adultos con diabetes están sin diagnosticar, pero en algunos países esta cifra puede llegar al 50 por ciento.
Guatemala, al igual que ocurre en otros países de Centroamérica, no escapa de esta tendencia. Según datos de la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud, OPS/OMS, del 2014, Guatemala está entre los 15 países con más alta prevalencia de diabetes en las Américas. Y esto, va en aumento.
Las causas de esta epidemia de diabetes y otras enfermedades crónicas son complejas.
En Centroamérica es frecuente hallar una marcada polarización epidemiológica, por una parte tenemos poblaciones que aún presentan enfermedades infecciosas, desnutrición aguda y crónica y en el otro extremo, tenemos poblaciones con diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia y obesidad, en todos los estratos de nuestra sociedad.
Los cambios que se observan en el estilo de vida son producto de la transición demográfica y económica, la migración masiva desde las zonas rurales hacia las zonas urbanas, los fenómenos de la globalización, además de los intercambios y cambios en la cultura.
Una gran proporción de las enfermedades crónicas pueden prevenirse, cambiando nuestra dieta, evitando fumar, evitando el consumo excesivo de alcohol y manteniendo una adecuada actividad física.
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