Es el único códice que describe las constelaciones mayas.
El Códice París, que data del período posclásico maya (900-1521 d. C.), fue el segundo en aparecer en Europa; se dice que fue adquirido por la Biblioteca Imperial (después renombrada Biblioteca Nacional) de París alrededor de 1832. Aunque fue mencionado ocasionalmente en el siguiente cuarto de siglo, pues se cree que fue visto y catalogado por estudiosos en ese lapso, no hizo realmente su aparición sino hasta 1859, cuando el joven etnólogo francés Léon de Rosny, estudioso de las antiguas formas de escritura, lo identificó como códice maya, al haberlo hallado ignorado en una canasta polvorienta cerca de una chimenea, en una oficina de la entonces Biblioteca Imperial.
Se cree que es un fragmento de un documento más amplio de 22 páginas de un libro maya, roto en algún momento impreciso de la historia. Solo han quedado 11 páginas, pintadas de ambos lados. Desplegado, mide 1.4 metros de largo. Lamentablemente, está en muy mal estado, manchado y desteñido por el descuido que sufrió; secciones completas se han borrado con el paso del tiempo. Al igual que los otros códices, no se encuentra expuesto al público. Este códice fue adquirido en París, pero se ignora por completo cómo llegó ahí y cuáles fueron sus movimientos previos. Es llamado también Códice Pérez o Peresiano, no por encontrarse en París, sino porque fue encontrado envuelto en un pliego de papel con la palabra Pérez manuscrita. Se dice que el nombre Pérez podría referirse al filólogo mayista Juan Pio Pérez. También ha sido llamado Codex Mexicanus y está catalogado como Fondo Mexicano No. 386. Finalmente su nombre fue cambiado a Códice París para evitar confusiones con una recopilación que data de inicios del siglo XIX, extraviada también llamada Códice Pérez.
Sylvanus Morley, asoció este códice con la ciudad de Mayapán, por las similitudes existentes entre el códice y una estela en ese lugar. Uno de los estudios más amplios acerca de este códice fue publicado en 1994 por Bruce Love (El Códice de París, Austin, University of Texas Press).
Por su contenido, es único, pues contiene las constelaciones mayas. Una buena parte del Paris Codex está relacionada a deidades y ceremonias particulares asociadas con katunes específicos (ciclos de 20 años). Su importancia radica en que fue un manual que ayudaba a los sacerdotes mayas a interpretar las interacciones entre los objetos celestes, deidades, la humanidad y la cronología, ya que contiene información sobre ciclos calendáricos, dioses, historia, clima, zodiaco y astronomía. El Códice París es, por lo tanto, una herramienta clave para la comprensión del grandioso mundo de los mayas.
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