La era digital y sus aplicaciones no han sido capaces de apagar la sonoridad popular que le da vida y voz a los mercados. En la ciudad capital hay 14 de ellos, que tienen una estación de radio de circuito cerrado, y aunque algunas están inactivas, la mayoría aún complace a los inquilinos con su música preferida. Al igual que una radio comercial, las emisoras también transmiten anuncios de marcas reconocidas, así como de los locales.
Muchas son las historias que podemos encontrar detrás de las consolas de sonido, tradiciones familiares, negocios, y cada radio tiene algo diferente que contar.
Reliquias sonoras
Aunque algunas se han modernizado, aún se transmiten las canciones de discos compactos, método que requiere que el locutor u operador permanezca dentro de la cabina alrededor de 8 horas. Los acetatos y casetes han quedado como figuras ornamentales que le dan el toque museográfico a estas cabinas de radio.
En estos micrófonos hay espacios para todos, pues transmiten desde programas de salud, marimba y anuncios, hasta oraciones cristianas.