En sus copas se observan aves endémicas y migratorias que adornan el paisaje del manto acuífero, en el cual también se aprecian pequeñas canoas remadas por residentes del área, que se dedican a la pesca o están designadas para cuidar los recursos naturales.
Se trata de las plantaciones de manglares, cuya majestuosidad se impone en los ríos y la orilla del mar, su belleza es posible, gracias a su conservación por parte de las familias campesinas organizadas para protegerlas, pues están en peligro de extinción.
Como consecuencia del manejo y uso racional, ese recurso ofrece provisión de alimentos, madera, agua limpia y fuentes de trabajo, entre otros beneficios, a los habitantes de las comunidades de Suchitepéquez. En esta acción juega un papel importante el Instituto Nacional de Bosques
(Inab), cuyas autoridades llevan a cabo jornadas de reforestación y sensibilización sobre la importancia del ecosistema para la humanidad, la flora y la fauna.
César Zacarías, representante regional del Inab, expresó que se trabaja en el tema de gobernanza local, mediante mesas de diálogo, para que los pobladores decidan sobre los recursos naturales. “En esta iniciativa tratamos de involucrar a las regiones cercanas al departamento, a las instancias de Gobierno y la iniciativa privada”, añadió.
Barreras protectoras
Los manglares son de gran ayuda, especialmente para mitigar los efectos del cambio climático, pues funcionan como barreras y evitan que las tormentas impacten y dañen los poblados.
En Guatemala, estas plantaciones se hallan en departamentos que limitan con el mar, como Izabal, San Marcos, Retalhuleu, Suchitepéquez, Escuintla, Santa Rosa y Jutiapa.
Robin de León, representante del Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático, indicó que se han impulsado acciones para reponer los bosques depredados, por medio de la siembra de plantas sustitutas, como el eucalipto, que es de crecimiento rápido. Esta medida también es una opción para suplir necesidades, pues es una especie maderera que puede ser usada de manera doméstica o para la venta.
Aprendiendo a conservar
Belizario Pérez Chacón, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo de la aldea San Francisco, de Mazatenango, Suchitepéquez, manifestó que se orienta a la población sobre las formas adecuadas del manejo de los manglares, la siembra y protección de los árboles nuevos.
“Otra de las acciones es que hemos formado a las familias para que establezcan sus viveros con especies de crecimiento rápido, para que nuestro recurso natural no sea depredado”, expresó Luis Fernando Quiñónez, técnico de la Unidad de Gestión Ambiental, de Santo Domingo, Suchitepéquez.
Deja un comentario