La Asociación propone ideas que se deben considerar para el desarrollo de una política nacional.
En el capítulo 4 del Análisis de la Cadena Productiva del Café de Guatemala, publicado por la Asociación de Exportadores de Café (ADEC), se presentan ideas sobre los puntos críticos que debería considerar una política nacional.
En esta sección, ADEC hace un llamado a la unidad de las instituciones y plantea la importancia de llevar a cabo un análisis de riesgos que permita visualizar de mejor manera las medidas estratégicas que deberían impulsarse para desarrollar el producto.
En este contexto, describe que los principales riesgos son: a) riesgo climático; b) calidad y cantidad de la producción; y c) variación de precios.
Además, planea siete líneas de acción prioritarias para la reactivación productiva, las cuales resumo a continuación: La primera es investigación y desarrollo. La caficultura necesita paquetes tecnológicos (variedades, técnicas de cultivo, entre otros) diferenciados por región para asegurar la calidad del producto. Esto incluye el abastecimiento de los insumos adecuados, especialmente en el tema de variedades, así como la orientación para la combinación de cultivos como mecanismo de sostenibilidad económica y ambiental. En relación a la renovación de la caficultura, se plantea la necesidad de analizar, diseñar y planificar un programa específico, con recomendaciones de variedades y que priorice las regiones de más impacto en la producción.
Sobre instrumentos financieros, se enfatiza la necesidad de crear nuevos mecanismos que le permitan a los caficultores gestionar recursos para mantener sus cultivos. También explica la necesidad de realizar un análisis de la cadena productiva, el cual servirá de base para el diseño de estrategias de intervención con acciones de corto, mediano y largo plazo.
La quinta línea de acción es la transferencia tecnológica diferenciada por segmento productivo, la cual resalta la necesidad de fortalecer los programas actuales de asistencia técnica de acuerdo con el tamaño de la producción, la región y las necesidades del caficultor. Se expone, además, la necesidad de realizar alianzas público-privadas para asegurar la sostenibilidad, rentabilidad y desarrollo integral del sector.
La última línea de acción se refiere a la política fiscal. En esta se indica que Guatemala mantiene una estructura tributaria rígida, que no permite acoplarse a los ciclos del producto. Concluye refiriendo de manera general que es necesario actualizar y establecer cambios estructurales a la política fiscal de los productos de exportación.
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