Como resultado de las operaciones del escándalo de los papeles de Panamá, el presidente de ese país, Juan Carlos Varela, anunció que está dispuesto a negociar con los países occidentales para endurecer sus prácticas fiscales y limpiar la imagen de la nación canalera.
“El llamado que hago a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es el de regresar a la mesa del diálogo y buscar acuerdos”, expresó el mandatario, en una declaración.
El país tiene una legislación favorable a la creación de sociedades en paraísos fiscales, a contracorriente de la tendencia mundial, impulsada por países como Francia, hacia una transparencia fiscal cada vez mayor.
Detalle
En el punto de mira está el rechazo de la nación latinoamericana de aplicar el intercambio automático de informaciones fiscales entre países, una medida es implementada cada vez más por los estados. “Si hay una mejora en cómo se ejecutan esos mecanismos, estoy dispuesto a hacerlas”, comentó Varela. La OCDE no quiso comentar de inmediato esa declaración.
Desgraciadamente, Panamá tiene tendencia a dar giros de 180 grados, a jugar al bueno y al malo a la vez. Esto no puede continuar”, dijo el ministro de Finanzas francés Michel Sapin.
“En la última reunión del Foro Mundial en Barbados, el año pasado, Panamá dijo que aplicaría el intercambio de información”, recordó Pascal Saint-Amans, director del Centro de Política y Administración Fiscal de la OCDE, quien acotó: “Después nos dijeron que no lo harían y dijeron que no teníamos legitimidad”.
A la fecha
Los periódicos continúan publicando nombres de clientes del despacho de abogados panameño Mossack Fonseca, especializado en creación de sociedades offshore, de donde salieron los 11.5 millones de documentos filtrados.
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