El portero guatemalteco cuenta su nueva normalidad, en su regreso a las canchas.
El confinamiento, como medida para contrarrestar la propagación del Covid-19, terminó en Colombia, y con ello se estableció un permiso para reactivar las actividades deportivas federadas, por lo que el meta guatemalteco Ricardo Jerez regresó a la actividad con el Alianza Petrolera.
Aunque el regreso se da en medio de “la nueva normalidad”, lo que hace que haya una serie de restricciones y protocolos, es un paso adelante en el soñado regreso del balompié en el país cafetero, desde donde Jerez relata parte de sus experiencias más recientes.
¿Cuánto tiempo sin ir a la cancha?
Fueron 4 meses, un período bastante largo en el que hubo mucha ansiedad e incertidumbre, incluso pensando si podía ir a Guatemala para estar con mis papás, pero no se pudo y solo tocó acostumbrarnos a una nueva vida.
El rato amargo ya pasó, ¿cómo se siente?
Bien, a medias. Regresamos a los entrenamientos presenciales el jueves de la semana pasada, pero bajo demasiadas medidas de prevención y estrictos protocolos. A veces uno piensa que hasta es exagerado, pero tratamos de ser positivos y pensar que es un avance.
Cuéntenos sobre su nueva normalidad.
Hay distanciamiento, hasta para parquear los carros. Cuando llegamos al estadio, cumplimos con una serie de procesos, los arqueros solo trabajamos con 6 balones asignados y hay que desinfectarlos constantemente. No podemos usar los camerinos ni los sanitarios; si dan ganas, toca aguantarse. Tenemos que llevar nuestra propia hidratación y tenemos prohibido compartirla.
¿Regresó bien?
Espectacular. Me he sentido bien en los movimientos de arquero, y eso me deja satisfecho. El esfuerzo y disciplina que tuve durante el confinamiento está rindiendo sus frutos, a pesar de que no se disfrutaba, porque si uno somataba el balón en el apartamento, los vecinos se quejaban, aparte que no se siente bien estar en el pasillo, levantando botellas de detergente.
¿Cambió el trabajo en grupo?
Definitivamente. Los porteros únicamente hemos trabajado con nuestros preparadores. No hemos podido patear, porque el protocolo lo prohíbe. Únicamente hemos hecho trabajo analítico. La cancha la dividen en carriles, y a cada jugador le corresponde uno. Los otros compañeros solo pueden hacer trabajo aeróbico, enfocado en recuperar la técnica.
¿Qué dicen sus compañeros?
Todos tratamos de acostumbrarnos a estos cambios. Aunque no nos podemos saludar, de lejos siempre tratamos de mantener el buen ambiente, que no falten las bromas. Aunque nada es como antes, nos sentimos alegres de volver a pisar una cancha.
¿Qué hay de la logística de entrenamientos?
Entrenamos una vez al día, por grupos. No puede haber más de 10 personas en cada sesión. Cada grupo asiste en su horario indicado, y las prácticas duran aproximadamente hora y media.
¿Hay fecha para volver a jugar?
Aparentemente sería en agosto, pero el 24 de julio hay asamblea y ahí podría definirse el futuro del futbol aquí en Colombia. Independientemente de todo, uno quiere que sea lo más pronto posible.