En el momento que su esposo, compañero de equipo y compatriota Erick Barrondo se desvaneció en la Avenida José Larco, a un costado del Parque Kennedy, en Lima, Perú, en los 50 kilómetros de marcha masculina de los Juegos Panamericanos, Mirna Ortiz sacó la casta y se consagró subcampeona en la categoría femenina.
Fue una jornada de contrastes para la marcha guatemalteca, pues mientras Barrondo fue amonestado 3 veces, penalizado con 5 minutos fuera de competencia y aquejado por un “cansancio extremo”, según confirmó su entrenador Francisco Paquillo Fernández, al grado de caer tendido sobre la cinta asfáltica, Ortiz apretó el paso y se quedó con el segundo lugar de la prueba femenina.
Con 4 horas, 15 minutos y 21 segundos de competencia, la atleta de 32 años rescató la actuación de los marchistas élite de Guatemala, pues Uriel Barrondo, el otro chapín en acción, fue expulsado, también por una múltiple amonestación.
“Con el trabajo que se había realizado esperábamos un poco más. A pesar de las complicaciones que tuve en la competencia, estoy bastante contenta. Ha sido un año bastante estable, bastante bueno”, señaló la chapina, mientras el único medallista olímpico del país cayó a falta de 6 kilómetros para llegar a la meta.
Fue la medalla 17 para Guatemala en las actuales justas, y llegó en el último día de competencias de Lima 2019.
Foto: cortesía COG