La guatemalteca quiere enmarcarse en la historia del karate de Juegos Olímpicos.
El karate será deporte olímpico en Tokio 2020, por primera vez en la historia, y para la guatemalteca Cheili González pensar en el retiro no es una opción.
A sus 38 años de edad, González le apunta a hilvanar uno de sus máximos objetivos: asistir a unas justas olímpicas, algo que se le había negado, y no por su capacidad, talento o potencial, sino porque dicha disciplina había sido excluida de los programas
anteriores.
Para la karateca chapina clasificar podría ser una de las mayores proezas en su carrera como profesional, pues hay al menos 10 millones de afiliados de 191 federaciones, y un sinfín de practicantes más, con el mismo deseo.
“Es una gran ilusión, y eso es a lo que le apuntamos. Dios dirá si se puede, pero siempre seguimos entrenando fuerte.
Parte del objetivo es también enseñarle a la gente que todo se puede, no solo en el deporte sino en la vida diaria también, porque uno como madre puede mover el mundo y demostrar que se puede llegar lejos”, manifestó Cheili.
En la actualidad, la deportista de alto rendimiento ocupa el puesto 29 en el ranquin mundial de la disciplina, lo que la hace soñar con que asistir a las máximas justas multideportivas del mundo es posible.
“Hace como 5 años logré ser puesto 6, entonces yo sé que se puede”, expresó en alusión a que su ubicación en el escalafón mundial le podría permitir la clasificación a Tokio 2020, pues las primeras 3 avanzan directo, mientras que 7 restantes disputan la eliminatoria final.
Hambre de
más triunfos
Y es que no solo de sueños vive González, sino también de resultados, ya que en 2018 logró retomar su nivel al consagrarse campeona panamericana, obtener oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, clasificar a los Juegos Panamericanos Lima 2019, y llegar hasta cuartos de final del Campeonato Mundial 2018, disputado en Madrid,
España.
“Este 2018 me fue muy bien. Le doy gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de regresar y estar en uno de mis mejores momentos”, exteriorizó.
Totalmente recuperada de una fractura en la nariz, sufrida en combate, la nacional, quien compite en -50 kilos de kumite (combate), busca para este mes asistir al Abierto de París, como una de las mejores 69 karatecas del mundo, pues además de ser la primera del nuevo año, también es para mejorar su posición en el orbe.