La llegada del verano, una vida saludable, moda o necesidad, son algunas de las variantes por las cuales algunos guatemaltecos padecen una fiebre, en los últimos años, por abarrotar los gimnasios, que existen para todo tipo de público, con diversas condiciones.
Las opciones que hay en el mercado guatemalteco van desde puntos gratuitos, como los públicos de las municipalidades; de Q100 mensuales, como el Gimnasio de Acondicionamiento Físico del Comité Olímpico Guatemalteco, hasta de Q400 en adelante, como las franquicias élite, que ofrecen servicios completos para satisfacer los gustos más exigentes.
Faltas sociales
“La actividad física, mayormente, ha estado relacionada con la juventud, porque es en esta etapa en la que hay una necesidad de encajar en los perfiles que se manejan socialmente como aceptables, aunque en personas de edad mayor se hace por recomendaciones médicas, o a raíz del sedentarismo”, manifestó Arturo Otero, licenciado en Psicología.
Aunque “es algo positivo”, a juicio de Otero, el aumento de los centros especializados en el culto al cuerpo podría reflejar determinados síntomas negativos de una sociedad.
“Si las personas no pasaran tanto tiempo en el tránsito, por una mala planificación urbana, o si hubiera mayor seguridad, a lo mejor caminarían más. Si hubiera respeto en las vías, se utilizarían más bicicletas, y la necesidad de gimnasios no sería tan fuerte”, añadió el profesional.
El costo no es garantía
En el mismo contexto, Nery Carrera, entrenador personal, destacó que aunque “las vacaciones de verano” son de los principales motivantes, cultivar una vida saludable es algo básico que, como sociedad, se debería de aplicar.
“En algunos casos es por moda, aunque en otros es una necesidad, por el estilo y calidad de vida”, expresó Carrera, quien hizo énfasis en que pagar altas mensualidades no garantiza buenos resultados.
“Muchas personas creen que por asistir a un lugar muy caro van a tener mejores resultados, pero no. Todo se resume a la forma en que se hacen los ejercicios, las cargas correctas, la constancia y la buena alimentación”, apuntó el también atleta de levantamiento de potencia.
Exámenes, dietas y límites
Imitación, moda o estatus también podrían ser premisas que marcan el deseo de activar el físico en la sociedad guatemalteca, según el médico
Giovanni Rivera, quien se mantiene en la línea de que el ejercicio es positivo, aunque no en “exceso”, puesto que sobrepasar límites podría tener sus consecuencias.
“Antes de anotarse a rutinas ejercitantes, es importante realizar evaluaciones generales físicas y metabólicas, para saber que el cuerpo está en condiciones de ejecutar algún ejercicio”, exteriorizó el galeno.
Rivera también recalcó que para que el organismo brinde una respuesta óptima, es necesaria una dieta balanceada que brinde los nutrientes esenciales, como los carbohidratos, grasas y proteínas.